ÁNFORA BÍBLICA

Dos columnas de mármol á la entrada
Y un bosque de maiten guardan la puerta
Del templo del amor, gruta encantada
En donde el hombre soñador despierta.

Allí no brilla el sol; entre corales
Ébano y nácar la penumbra anida,
Y corren en su fondo y á raudales
Los arroyos y fuentes de la vida.

En tanto que la juzga el libertino
Morada de placer, menos profano
Descubre el sabio allí vaso divino
Que guarda la honra del linaje humano.

Santuario del honor, puede la historia
Afirmar que en sus ámbitos se auna
El crímen vil y la fuljente gloria
El orijen buscando de su cuna.

Por ella el hombre, luchador profundo,
En roncos gritos de pasion estalla;
Por ella sueña en dominar al mundo
Y marcha con sonrisa á la batalla.

César, Neron, Caligula y Atila,
Hérschel, Virgilio, Diójenes y Homero,
Allí vivieron en prisión tranquila
Para ajitar despues al orbe entero.

Projenitor del arte y de la ciencia,
Cuna del crimen, del honor santuario,
Abrigas en tu seno á la inocencia
Y ocultas en tu fondo al victimario.

Yo te venero: mi ignorancia ruda
No alcanza á comprenderte en lo que vales,
Al par de la verdad guardas la duda
Fecundos bienes y funestos males.

Rodolfo G. Godoy.