Álzase Marco Tulio de su asiento

Álzase Marco Tulio de su asiento
de José Joaquín de Mora


 Álzase Marco Tulio de su asiento   
 con grave pompa y majestad divina;   
 tiembla de espanto y rabia Catilina,   
 inmóvil el Senado escucha atento.   
 

 Brota el raudal sonoro y al momento  
 sálvase Roma de fatal ruina,   
 el pueblo al Cónsul la cerviz inclina,   
 y padre clama en jubiloso acento.   
 

 Ahora si me preguntas en qué autores   
 adquirió Cicerón el privilegio  
 de arrancar tan magníficos honores,   
 

 yo ye responderé, que ese hombre egregio,   
 modelo de abogados y oradores,   
 ni estudió a Vinio, ni pisó el colegio.