¿Nacionalismo ó separatismo?
"Y vemos la seguridad de nuestro triunfo sin que él implique animosidad contra nadie, pugna contra nadie. Lo vemos en la mayor fraternidad de todos los pueblos de España, y en la mayor grandeza de una España imperial que no sea una cárcel de hombre, sino un Imperio de grandes pueblos."
(El final de la conferencia pronunciada por el señor Cambó en el Teatro de los Campos Elíseos de Bilbao, el día 28 de enero de este año de 1917.)
Escribo estas líneas bajo la impresión que me ha producido esta mañana la conferencia pronunciada por el señor Cambón en el Teatro de Bellas Artes. No quiero esperar á ver reproducido en la Prensa lo que allí he oído no hace aún cuatro horas. De esperar, si podían aclararse algunos conceptos, por la repetición que ello supondría, la impresión de que hablo podría sufrir alguna sombra. Demos al sentimiento su parte, que luego, pasado algún tiempo, la reflexión completará la obra.
¿Qué nos ha dicho esta mañana el señor Cambó? Muchas cosas como catalán, no menos dirigiéndose á nosotros los vascos, algo, y muy especial, en cuanto, él y nosotros, españoles.
Como catalán, el señor Cambó ha afirmado que Cataluña ha conseguido colocarse en un plano de superioridad sobre los demás pueblos de España, gracias al despertamiento de la conciecia de su personalidad. Allí poetas, filósofos, artistas, industriales, trabajando para sí, han trabajado para el engrandecimiento de Cataluña. Fuerzas esas materiales y espirituales, dispersas en un principio ó desconocidas en un principio, pero que ahora al calor del amor á Cataluña, á su personalidad y vida propia, han ido formando un estado de opinión poderoso, tanto que todos se creen ya capacitados para regirse por el derecho que ellos mismos se elijan.
Esta característica del pueblo catalán para vivir vida propia, derecho propio, ¿cómo no reconocerla para Euzkadi? El pueblo vasco tiene los elementos que sirven para formar la nacionalidad; tiene una raza distinta de las demás razas; tiene un idioma distinto á los demás idiomas; tiene una tradición distinta á las demás tradiciones. No le hace falta con esos elementos, más que querer, para que sea reconocida su personalidad, su libertad y derecho á regirse por leyes propias, formadas por él mismo.
Pero si Cataluña y Euzkadi son semejantes, es más, si Cataluña y Euzkadi trabajan, si deben trabajar para conseguir la plenitud de su derecho, no por ello deben confundirse; han de ir paralelas, dirigiéndose á un mismo fin, pero sin mezclarse, quizás sin estorbarse.
Cataluña tiene su idioma, que ha conseguido introducir en la vida oficial. Euzkadi está en la obligación de hacer lo propio con el suyo. Ningún pueblo ha sido tal pueblo, ha vivido con personalidad propia sino por el idioma. Es seguro—dice el señor Cambó—que Euzkadi irá de menos á menos si pierde su idioma, porque el idioma es el alma de los pueblos y sin alma no puede haber vida. Hay que conservar el idioma, extenderlo, traerlo del campo á la ciudad, como han hecho ellos con el catalán, hablar y escribir en vasco.
Pero, esa personalidad vasca y catalana, el derecho de unos y otros á regirse por leyes propias, ¿excluye la idea de España? No. El catalanismo no va contra la libertad de otro pueblo, no odia á nadie; para él los demás pueblos de España tienen igualmente derecho á la vida libre. De aquí, por extensión, España debe constituirse de todos los pueblos que hoy la integran, pero en la personalidad de cada uno. El sistema unitario fracasó en España, y es necesario llegar á formar un Imperio de pueblos españoles, regidos por el derecho de cada uno y por las leyes que cada uno se forme.
Un pequeño comentario por nuestra parte. Lo apuntado, que es fiel reflejo de lo que el señor Cambó ha dicho esta mañana en el Teatro de Bellas Artes, ¿qué novedad aporta al problema federal? Pi y Margall hubiese aprobado, si no todo, la mayor parte del discurso del señor Cambó. También los federales quieren el reconocimiento de la personalidad de los pueblos que integran España y quieren que esos pueblos, así libres, constituyan juntos un Imperio una Confederación, una unión de Estados, que el nombre importa poco, si la esencia es la misma.
Quieren, asimismo, el reconocimiento del idioma, pero tratándose de Euzkadi, ¿hasta dónde ha de llegar ese reconocimiento? Si es pleno, no morirá Euzkadi por falta de vascuence, sino que morirá por sobra de vascuence. Es el elemento más retardatriz que tiene Euzkadi para su progreso, que no es lo mismo que su personalidad. ¿Se han fijado los que han asistido á la conferencia que el señor Cambó ha tenido más aplausos en los periodos en que hablaba de libertad que en los que hablaba de idioma? Mientras los mismos nacionalistas hablen entre sí en castellano, eduquen á sus hijos en castellano y tengan, como ahora, que entenderse con los catalanes en castellano, éste será el idioma común. El castellano, y con él España, debe ser lo que una á todos para las concepciones universales, para la inteligencia con otras naciones como España. El señor Cambó ha dado su conferencia en castellano, porque es el idioma común de catalanes y vascos, como españoles que son.
Otro pequeño comentario. Mi impresión también, analizando lo que he visto y oído esta mañana, es que los nacionalistas vascos han de recorrer mucho camino, evolucionar mucho para llegar á lo que son ahora los nacionalistas catalanes. Se ha podido observar hoy que hay en el nacionalismo vasco mucha levadura separatista. Acoge con gran entusiasmo, tal vez sin entenderlas bien, ciertas manifestaciones de libertad. Esto es un mal que los directores del nacionalismo vasco están en la obligación de corregir. Forma, con la cuestión religiosa, el principal obstáculo para el progreso de las ideas nacionalistas. Vascos dentro de España, hombres dentro de todas las religiones. Libres en un sentido, pero también en el otro.