¡Oh hado esecutivo en mis dolores

¡Oh hado ejecutivo en mis dolores
de Garcilaso de la Vega


Soneto XXV

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  ¡Oh hado ejecutivo en mis dolores,
cómo sentí tus leyes rigurosas!
Cortaste el árbol con manos dañosas,
y esparciste por tierra fruta y flores.

  En poco espacio yacen mis amores
y toda la esperanza de mis cosas,
tornadas en cenizas desdeñosas,
y sordas a mis quejas y clamores.

  Las lágrimas que en esta sepultura
se vierten hoy en día y se vertieron
recibe, aunque sin fruto allá te sean,

  hasta que aquella eterna noche escura 
me cierre aquestos ojos que te vieron,
dejándome con otros que te vean.