Almanaque del espiritismo (1873)
Un viaje
de E. Couillaut.

Nota: Se ha conservado la ortografía original.

UN VIAJE.

Madrid 4 de noviembre de 1872.

Querido amigo Teófilo.

Rindiéndome á tus buenos deseos, traducirá los cartas que te dirigí en mí último viaje de esta año desde Francia y Suiza. con el objeto de que las publiques. Te sigo en la creencia de que a pesar de lo poco atractivo que de por si es la epístola, y por añadidura mi pobreza de estilo, que ha de aumentarse todavía con la traduccion, he de hacer algo en pró del Espiritismo. Siguiéndole paso ú paso, dándote cuenta de su movimiento y progreso que en todos partes se nota, eatudiándolo en sus mil manifestaciones, y cuyos resultados en la observacion, vienen unánímes proclamando le afirmacion de esta inconcusa verdad.

Siento macho que me limiten el campo. oxigiéndolo ¡el la índole de un Almenara. Lo aimm por la razon de que haciendo lo que me pides, ha do haber cierta inooherencía en mis escritos, dejando sin hilacion mis ideas interrumpidos, con la mutilanion que ho do hacer de ellas, ú fin de cumplir tu'programa.

Así, pues, me conformaré y haré lo que deseas, on la inteligencia de que solo trabajaré pam demostrar, como tú 101mm, y como mwstroa hermanos lo demuestran, que al utadio del Espímm", cm;ng todos los ram: de (a dencia “Maga, que con su cooperacion ¡»regresamos en el conocimiento do todos las leyes que rigen ¡.1 universo, aproximúndonos más y más ¡i la vocacion de la ciencia única: ¡el bien, la verdad, Dios!...

Te felicito por haber tenido tan buena impirncion, la dc publicar el Almanaque del Espirítismo, te ruego tambien recibas el afecto de tu amigo y hermano que te ha querido, te quiero y te querrá mucho más, puesto que todos hemos de progresar siempre, en ciencia, en amor.

Tuyo,

E. Couillaut.

Santa Águeda 16 de agosto de 1872. (Guipuzcoa)

No he podido despedirme de ti, pero sabias que debíamos salir el dia 4 del corriente, como así lo efectuamos, acompañando a la estacion de baños sulfurosos, a la otra mitad de mí mísmo (un complejo, dos almas) y despues ir a Suiza, pasando por París.

Una vez en el tren, sea el deseo de correr, o la cómoda locomocíon, el caso es que los primeros momentos pasaron pronto sin cansancio alguno, luego vimos destacarse en el horizonte una gigantesca silueta; el ¡Escorial!. ¡Escorial!... triste página petrificada de la vida de un valeroso y desgraciado pueblo. ¡Escorial!... lucha, llanto y dolor, remordimientos y muerte... ¡Un Sepulcro!...

Poco despues vino la noche a cubrirnos con su manto sembrado de estrellas.

¿Quiém en esas hermosas noches del estío, al levantar sus ojos al cielo, no se siento abstraido y abismado en profundos deseos de confundirse en estrecha comunion con esos Soles y mundos lejanos? Misteriosas y brillantes estrellas ¿no l se concibe, cuando aa os contempla g que ol espíritu al encarnar escoge su patrio y 1m cielo? ¿No sa comprende así á los rates explorando los deminioe infinitos del éter, manantiales eternos de sus inspiraciones? ¡Ha contestado el alma tranquila, rebosando dolor o esperanza!.....

Fatigada la grosera materia, hizo que algunas horas de sueño acortasen las distancias, y bien pronto nos hallamos en Zumárraga; poco despues, aqui donde te escribo. No detallnré los pormenores de nuestra vida, ya sabes que estos establecimíentos se distinguen de los demás por una gran dósin de monotonía concentrada, lo que esplíea cl por que ceda uno de por si trata de pennr lo mejor que pueda el tiempo de ln penitenein, contando con afan los dins que fallan para cumplir-ln y... marcharse á otra. parte; pero un triste suceso que no puedo posar en silencio vino á dar otro color á nuestra melancólico situacion. El 6 por ln noche supimos que nn destacamento de tropa, acompañando nn convoy demas, ha- bin sido atuendo cerca de Mondragon por una partida carlinea, resultando del primero nn muerto y cuatro heridos. Cierto el hecho, ú la mañana siguiente fuimos con dos amigos, uno oondiseípulo mio en medicina, al hospital de dio cha ville. con el olüebo de prestar á estos inform- nndoc muestres pobres auxilios si menester fue- se; efectivamente, llegamos ú tiempo en que se preparaba un entierro y se hacía le cura de los heridos. Pobre humanidad: mándo dejará; de ser vieti me de tnmáe cruel enemigo, ¡tn mis- mu ignorancia!...

Hemos sido visitados por nuca-tro querido hermano el general m. luciendo los dos, en muy breve tiempo, cambio mútno de algunas palabras halagüeñas deeprendidas de nuestra queride y salvador: doctrina.

Salimos mañana pera Bayona, Burdeos y París, descansando en estos dos puntos á causa del estremo calor; en llegando 6 París te informará de todo cuanto ocurra y se refiera. al Espiritismo.

Paris 24 agosto.

Hemos llegado el 20 por la mañana, y ya sabes que debemos alternar las obligaciones con la diversion, pues que ambas cosas constituyen el empleo de la vida; veremos si hoy terminamos nuestros negocios comerciales, y marchamos esta misma noche para Ginebra, llegando mañana domingo, dia de descanso que nuestros amigos de aquí aprovechan en sus casas de campo; pero antes quiero darte cuenta de nuestra visita á Monsieur...- Secretario y Regente de la Sociedad Espiritista, Rue de Lille, núm. 7.

Solamente los espirítístas podrán darse razon de la inmensa correspondencia que diclm Sociedad tiene con nuestro universo planeta Tierra, y juzgar de la importancia y del carácter de universalidad qnc tiene el Espiritismo; esa razon, ese juicio. ¿no viene á demostrar y hacer patente la usurpacion flagrante que la Secta religiosa El Rmúma ha. hecho del adjetivo Católica? Es fácil y razonable reconocer que todos las Sectas religiosas tienden á converger entre si aunque lleven diferentes caminos; pero toda: ellas tienen ln misma aspiracion, el mismo deseo, ln misma necesidad y el mismo objeto. alcnnmr y llegar nl mismo punto, Días“... y no están lejos los tiempos en que se llamnni indefectiblemente Carolícímo al conocimiento universa! de la verdad, al Espiritismo.

¿No dijo Cristo: un tiempo vendrá en que one:- lm mojar“ y mm: Mio: projelínrán)’ Ese tiempo ha llegado. ¿No dijo tambíen á sus apóstoles y discípulos que harian con: má: sorprendel!“ que El ¡labio decile? ¿(la terminado el apostolado? No: pues todo lo que antecede me fué sugerido revisando en la Secretaría libros, escrlloa, publicaciones y periódicos que de todos partes del mundo ¡fluyen á dicha. Sociedad: mis hermanos podrán darse idea exaeln de mis impresiones por las publicaciones, correspondencias y periódicos que de todas las provincias españolas de Europa, como de las Américas, recibe la Sociedad Espiritista de Madrid.

Querido Teófilo; con sumo gusto he visto muchas y diferentes fotografías espiritistas; siento infinito no poder hacerte la relacion histórica de cada una de ellas. Son del norte de America, y al verlas no se puede dudar de la intervencion espiritual. Para asegurarse más, la Sociedad propuso a varios fotógrafos inteligentes de París, habiéndoles puesto previamente en antecedentes, de producir fotografias análogas... y se dieron por vencidos, confesando que en sus productos se dejaban ver los medios que habian empleado para imitarlas y que era muy fácil hacer constar la diferencia. El cuerpo no es trasparente ni mucho méuos fluídieo , tal como se vé en las verdadera fotografias espíritu“, en las que el flúido peric espiritual baño y envuelve al medium sin perjudicar detalles ni contornos. La Sociedad de Paris ha obtenido ya algo bueno; pero me mediums no están todavia en condiciones de producir con la claridad y perfeccion deseadas dicho fenómeno.

Ya sabes que en Inglaterra hay corporaciones cientificos que se ocupan del estudio de todo lo relatado, wnfesando la realidad de los hechos; viendo cn las leyes universales una nueva moi-za desconocida hasta hoy; y denominándola Fuerza psíquica. Es verdad que en este pais los fenómenos, como tambien en América, son tan frecuentes como tangibles.

Termino esta carta diciendo que hemos finalizado nuestras compras, y que á las siete y media de la tarde tomaremos el camino de Ginebra.

Ginebra 7 setiembre 1872.

Llegamos aquí el 23 del próximo pareado. ¡Sniv za. tierra clásica de libertad! país en que los pulmones se dilatan para respirar el ambiente de la víde libre, suelo en donde cl corazon reforma el ritmo de su pulsacion á fin de sentir mas y mejor i.. Para llegar se cruza tangentcmeute la poblacion. Al franquoar el viaducto vimos toda la ciudad empavesada. ¡pero de que manera!.. No habia duda. un acto solemne debia tener lugar ¿cuál podria ser? un concurso internacional (Francia y Suiza) dc música y canto, 120 bandas y orfeones debian concurrir para la obtencion de los premios designados.

No pudiendo hallar fonda ni albergue, Ii causa de la afluencia de forosteros, dcterminsmos ir á caso de Mr. A. Lejcunc, sincero espiritista, dueño de una inmensa fabrica de albajas de oro y joye- rias, el cual debia tener en su poder unas cartas di- rígidas 6 nosotros; pero ashiomos que para cum- plir el último deber con su padre, habia ido á darle sepultura en Francia. pais donde acababa de fallecer, y por nuestra parto no era muy opor- tuno caer de improviso en medio de una fa- milia en desgracia; mejor era dejar para mas tarde nuestra visita , limitándonos por el momen- to á mandar recoger las cartas; pero puede más el hambre (¡no las reflexiones, y nos dirigimos ii Molltbriulult donde mi amigo tiene una hermosa l’O‘SESÏOm Llegamonuí. yprcg'untumos por la dae- ña de la osea-No estás-Ustedes son forasteros. “Tengo órden Pül’u quo dos viajeros madrile- ñ“ t°m°n i“lui POHOBÏOII de habitaciones y pa- sen desde luego 6 mudarse y refrescar, que mientras tanto les servirá la eomide..... ¡Ya en tiempo!.... por iln poco despues eramos unos de tantos satisfechos, componentes del turbion humano que se agitaba en medio de una alegria indecibie, carácter propio de una desta cuyo, ordonacion sólo estaba confiada a la iniciativa par- tícular.

Querido amigo, adivino que me pidesla descripcion de esta fiesta internacional: no la haré, no le puede hacer; pero te duró una idea de ella, y todo cuanto te diga será muy pálido al lado de la realidad; miles de miles de banderas , gallardetes, guirnaldas y flores adornaban y estrechaban las calles, los edificios, las ventanas y bnloones; arcos tríunfules con divisas é inscripciones, prestaban un aspecto tan original a la estructura de esta ciudad que por momentos perdiamoe la nocion real de su estado normal. Si este aspecto diurno nos impresionó de esta manera , ya podrás suponer y comprender nuestro estado estático, Viendo las ¡inclinaciones a giorao y á todo coste, puertas, ventanas y tejados de las casas. ardiendo todo, y hecho un áscua con tantisimos vasos de colores; los edificios, puentes y hoteles perfilados por al gas; en el lago, vapores, lanchas y barquicliuelas; bandas de musica arrojaban sl eco sin limites sus sonatas, sus melodias; las tremendas detonaeiones, los fuegos artificiales, el bullicio de la muchedumbre, los cantares, los desfiles de 120 bandas, iluminados con hachas de viento que las acompañaban, ctm, 0to., y todo lo que te puedo decir to dará una pobre idea de lo que ha pasado aquí, y restante, para completar mi imperfecto relato, indicar que todos estos torrentes tan variados de luces, se refiejaban en el lugo, y parecia haberle trasformado en un inmenso ponche en combustion...

Y esta vista ha durado tres dias, ¡que digo! toda la semana para muelles, muchas comilonas, mucho vino y licores, muchisima gente, todo e] mundo alegre; pero ni una riña... no habia ninguna autoridad provocadora!

¿Y para. quién estas fiestas? Sino se vió ni un Rey, ni un Principe, ni un obispo, ni mucho menos un ministro?

Pobres repúblicas que no saben lo que son fiestas oficiales en las monarquías.

Puesto que esta descripcion me hizo entrar en el terreno resbaladizo de la política, te diré que al gobierno monárquico se le puede comparar a unos de los ganglios que forman cl gran simpático en el cuerpo humano, son pequeños cerebros nerviosos el servicio de la vida orgánim 6 sea vegetativa; ¿qué más analogía? pues que otra cosa que vejetar puede pretender el cuerpo social en las monarquías, cn que no tiene libertad, ni iniciativa el sistema nervioso de la vida de relacion, la masa popular?

Despues de estos dias de muy sana locura salimos para Lausanne, Neufchatel, a fin de visitar las montañas, parándonos en la chaux-de fonde Lacie y Ponts-martels má; pero como mi carta se liaría interminable, verbalmente te diré lo que no fio al papel.

En ol tai-ur punto, Ponle-marleh, vivimos en casado Mr. G. Emma}: fabricante de relojes; vino la hora de comer. El pair-im , jefe de una numonm y honrada familia. recitó el Benedíclte. nníéndome de corazon. áñmr de (¡capi-encapudo. aceite acto religineepopertanammte la conversacion ee hizo muy animada, blaadi mie ara mas de propaganch espirilieta. me las venia que Ver con dos relojam muy instruidos y por añadiduro. teólogos, me citabln capítulos y versículos de la Biblia y del Evangelio; yo con lo mismo y con nuestra irrefutable illusolialcs combatía, sembrando ca ellos una cimiento ú'aetífera. pues los dejaba á cada respuesta almenos y reflexivos: de seguro han recibido hondus impresiones; ignoro si los lie convencido, pero vencido siL. Ho reparado cn los años que hago propaganda, que tenemos doe vastos «naipes para librar batallas y hacer grandes conquistas. une el campo de ln razon y de la inteligencia. el otro en el muy minimo campo del sentimiento, del dolor: el primero se llama Cerebro. el otro Corazon.

Despues de la comida, fuimos alegremente llevados por un ligero vehículo propio para las montañas i una grandísima fonda la Tomrcon el objeto de situarnos a la altura de ¡.700 meti-ce para presenciar el mís grandioso espectáculo visto por ojos humanas, la puesta del e01 sobre el Monte Blanco. Nos apeamos, pues nos quedaba una legaa que andar á pié subiendo siempre. atravesando un vastísimo monte de espesos y gigantescos pinos: al franquear esta severa cortiaa, ¡cuál fue nuestra admiracion! el tiempo era magnífico, ligeras nubes trasparentes habian sido colocadas por un genio complaciente como para determinar las distancias, cual jalones movibles al servicio del empíreo..... nó..... no puedo, querido amigo, trasmitir mis impresiones , esas maravillas embargaba a mis sentidos, produciendo en mi un éxtasis; consciente veía y sentia. veo y siento y no puedo todavia comunicar mis pensamientos, mis sensaciones... El Sol en su paternal y diurna despedida, dando su postrer beso de amor con sus mil tintas armoniosas, alambraba 80 leguas de los Alpes, reflejando su luz de oro y fuego, en los fantásticos contornos de su eterna nieve...

¡Descendemos! porque un saludable vértigo se ampara de mi, preeipitándome en el espacio, no para caer, sí para emprender en el infinito mi vuelo, remontandome hácia el Creador de tantas maravillas... Recogiendo la vista se veian los contrafuertes con su propia vejetacion, destacarse más abajo de esta moles inmensas de hielo; tres lagos determinando la planicie de los valles, el lego de Mora el de Bienne a la izquierda, y mas acá el lago de Neufchatel. Bajo nuestros piés, en el abismo, ciudades, villas y aldeas cruzadas de terraplenes, rails y viaductos recibían la vida por el silbido de la locomotora sangre reparadora vertida por ella en dichos pueblos; pero todo esto visto de dicha altura, es tan pequeño, tan diminuto, que sin esfuerzo se puede decir, parece ser a un juguete de Noche-Buena, un nacimientito.

¿Quién al contemplar el Montblanc, no hizo desde las alturas hincapié cual eterno titan para remontarse y escalar el cielo?

¡Ah! si tales han sido mis impresiones, ¿no he de ver en este juguete, en ese nacimiento la mano del hombre? ¿Y en los Alpes, todavia más arriba, la impresion del dedo de Dios?

Ya es tiempo de concluir; ¡se que en ti se reflejan mis pensamientos! ¿No lo parece que lo mejor, depues de esta viaje, es merecer ir Júpiter? Pues que hay muchas moradas en lo casa de nuestro Padre.

Tuyo afectísimo

E. Couillaut
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