SOLEDAD

Podría tirar mi corabón
desde aquí, sobre un tejado:
mi corazón rodaría
sin ser visto.

Podría gritar
mi dolor
hasta partir en dos mi cuerpo:
sería disuelto
por las aguas del río.

Podría danzar
sobre la azotea
la danza negra de la muerte:
el viento se llevaría
mi danza.

Podría,
soltando a llama de mi pecho,
echarla a rodar
como los fuegos fatuos:
las lámparas eléctricas
la apagarían...