Nota: En esta transcripción se ha mantenido la ortografía original.

Salomón.

Muchos reyes han sido grandes clérigos y han hecho libros muy buenos. El rey de Prusia Federico el Grande es el último ejemplo que tenemos de esto; ejemplo que no se imitará mucho, porque no debemos presumir que se encuentren muchos monarcas alemanes, que hagan hermosos versos franceses y que escriban la historia de su pais. Jacobo I de Inglaterra y aun Henrique VIII, escribieron tambien. En España es menester subir hasta Alfonso X, y todavía es dudoso que pusiese su mano en la Tablas alfonsinas.

La Francia no puede alabarse de haber tenido un rey autor. El imperio de Alemania tampoco ha tenido ningun libro de la mano de sus emperadores: pero el imperio romano se glorifica de César, de Marco Aurelio, y de Juliano. En Asia se cuentan tambien muchos reyes escritores. Kienlong, actual emperador de la China, pasa sobretodo por un gran poeta; pero Salomon, ó Soleyman el hebreo tiene todavia mas reputacion que Kienlong el chino.

El nombre de Salomon ha sido siempre reverenciado en el Oriente; y las obras que se creen suyas, los anales de los Judios y las fábulas de los Aralas, han llevado su reputacion hasta las Indias. Su reinado es la gran época de las Hebreos.

Salomon fué el tercer rey de Palestina. El primer libro de los reyes dice, que su madre Betzabé obtuvo de David que hiciese coronar á su hijo Salomon, en lugar de su primogénito Adonias. No es de admirar que una muger complicada en la muerte de su primer marido, tuviese bastante artificio para hacer dar la herencia al fruto de su adulterio desheredando al hijo legítimo que ademas era el mayor.

Es digno de observarse que el profeta Nathan que habia venido reprender á David por su adulterio, por el asesinato de Urias y por el matrimonio que se habia seguido á estos crimenes, fuese el mismo quien favoreció despues á Betzabé para poner sobre el trono á Salomon, nacido de este infame y sanguinario matrimonio. Discurriendo solamente segun la carne, probaria esta conducta que el profeta Nathan tenia dos pesos y dos medidas, segun los tiempos. El mismo libro no dice que Nathan hubiese recibido una mision particular de Dios para hacer desheredar á Adonías. Si la tuvo, es preciso respetarla; pero no podemos admitir lo que no encontramos, escrito.

Se ventila en teologia la gran cuestion de si Salomon es mas afamado por su dinero contante, por sus mugeres, ó por sus libros. Por mi parte siento que principiase su reinado á la turco degollando á su hermano.

Despues que Adonias fué escluido del trono por Salomon, le pidió como única gracia, que le permitiese casarse con Abisag, que es aquella jóven que le habian destinado á David para que lo calentara en su vejez. La Escritura no nos dice si Salomon disputaba á Adonias la concubina de su padre; pero si nos dice que solo por la súplica de Adonías, lo hizo asesinar. Al parecer Dios que le dió el espiritu de sabiduría, le negó entónces el de justicia y humanidad, como le negó despues el de continencia.

En el mismo libro de los Reyes se dice, que era dueño de un gran reino que se estendia desde el Eúfrates hasta el mar Rojo y el Mediterraneo; pero desgraciadamente se dice al mismo tiempo que el rey de Egipto habia conquistado el pais de Gazef en el Canaan, y que dió en dote la ciudad de Gazer á su hija que se supone casada con Salomon: se dice que habia un rey en Damasco, y que florecian los reinos de Sidon v de Tiro: sin duda que manifestó su sabiduría conservándose en paz con tantos Estados poderosos como lo rodeaban. La abundancia estremada con que enriqueció no podia ser mas que el fruto de esta profunda sabiduria, pues que en tiempo de Saul no habia un solo herrero en todo el país.

Ya hemos observado que los que quieren raciocinar, encuetran grandes dificultades en que David sucesor de Saul y vencido por los Filisteos, pudiese fundar un vasto imperio durante su administracion.

Las riquezas que dejó á Salomon, son mas maravillosas todavía; pues que le dejó en dinero contante ciento y tres mil talentos de oro, y un millon y trece mil talentos de plata. Segun Arbutnot un talento de oro hebreo equivale á seis mil libras esterlinas, y el de plata cerca de quinientas. Segun este cálculo, la suma total de la herencia en dinero contante, sin contar la pedrería y otras alajas, y sin la renta ordinaria que debía ser proporcionaba á este tesoro, ascendia á mil ciento diez y nueve millones y quinientas mil libras esterlinas; ó á cinco mil quinientos noventa y siete millones de escudos de Alemania; ó á viente y cinco mil seiscientos cuarenta y ocho millones de escudos de Francia (307,770,000,000 reales). Cantidad que ciertamente no circulaba entónces en todo el mundo. Algunos eruditos hacen el cálculo de este tesoro un poco mas bajo; pero la suma es siempre demasiado fuerte para la Palestina.

Despues de todo esto no se sabe porqué se atormentaba tanto Salomon en enviar sus flotas al país de Otír para que trajeran oro. Tampoco se puede adivinar como este monarca poderoso no tenia ni un solo hombre que supiese labrar la madera en el monte Líbano; y se vió precisado á pedir al rey de Tiro Hiram, que le prestase aserradores, y obreros para trabajarla. Es preciso confesar que estas contradicciones ejercitan el genio dé los comentadores.

Para la comida y la cena de la casa de Salomon, se consumia diariamente cincuenta bueyes y cien carneros, y á proporcion de las aves y de la caza; lo que puede subir hasta sesenta mil libras de carne; que es una cosa regular para una buena casa.

Se añade que tenia cuarenta mil caballerizas y otras tantas cocheras para sus carros de guerra; y solamente doce mil caballerizas para su caballería. Ciertamente que son muchos carros para un pais de montañas; y que este era un aparato grande para un rey, cuyo predecesor no habia tenido mas que una mula al tiempo de su coronacion, y para un terreno que no criaba mas que borricos.

No se ha querido que un príncipe que tenia tantos carros, se limitase á un corto número de mugeres; y se le dan setecientas que tenían el nombre de reinas, y lo que es estraño, solamente trescientas concubinas, contra la costumbre de los reyes, que por lo comun tienen mas queridas que mugeres.

Tambien mantenia cuatro cientos doce mil caballos, sin duda para ir á pasearse con ellos hácia el lago de Genezareth, ó hácia el de Sodoma, ó hácia el torrente de Gedron, que seria uno de los lugares mas deliciosos de la tierra, si no estuviera seco el torrente nueve meses cada año, y si el terreno no fuera horriblemente pedregoso.

En cuanto al templo que hizo construir, y que los Judies han creido la obra mas hermosa del universo, si los Bramantes, los Miguel Angel y loa Palladios hubieran visto este edificio, tal vez no lo habrian admirado. Era una especie de pequeña fortaleza cuadrada que encerraba un patio, y en este un edificio de cuarenta codos de largo, y otro de veinte; y se dice solamente que este segundo edificio, que era propiamente el templo, el oráculo, el sancto sanctorum, tenia veinte codos de largo, de ancho, y de alto. M. Souffot no hubiera estado muy contento de estas proporciones.

Los libros atribuidos á Salomon han durado mas que su templo.

Solo el nombre del autor ha hecho á estos libros respetables. Ellos deben ser buenos, porque son de un rey, y porque este rey pasa por el mas sabio de los hombres.

La primera obra que se le atribuye es la de los Proverbios, que es una coleccion de máximas que á nuestros talentos refinados les parecen algunas veces triviales, bajas, incoherentes, sin gusto, sin eleccion y sin designio. Estas gentes no pueden persuadirse á que un rey ilustrado compusiese una coleccion de sentencias, en la que no se encuentra ni una sola sobre la manera de gobernar, sobre la politica y las costumbres de los cortesanos, ni spbre los usos de una corte. Tambien se admiran de ver capitulos enteros, en los que no se habla mas que de tunantas que van á solicitar á los que pasan por la calle para que vayan á dormir con ellas.

Sobre todo se irritan contra las sentencias de este gusto:

"Tres cosas hay insaciables, y una cuarta que nunca dice, basta; el sepulcro, la matriz, la tierra que jamas se ve harta de aguau, y el fuego, que es la cuarta, no dice nunca, basta."
" Tres cosas hay difíciles, y yo ignoro enteramente la cuarta; el camino de un águila en el aire, el camino de una serpiente sobre la tierra, el camino de un navio sobre el mar, y el camino de un hombre en una muger."
"Hay cuatro cosas que son las mas pequeñas de la tierra y que son mas sabias que los sabios; las hormigas, pequeno pueblo que se prepara un alimento durante la cosecha, la liebre, pueblo débil que duerme sobre las piedras, la langosta que sin tener reyes viaja en tropas, y el lagarto que trabaja con sus manos, y que habita en los palacios de los reyes."

¿Y se tiene la osadia, dicen estos críticos, de imputar semejantes simplezas á un gran rey, al mas sabio de los mortales? Esta crítica es fuerte, y es menester hablar con mas respeto.

Los proverbios han sido atribuidos á Isaías, á Elzia, á Sobna, á Eliacin, á Joaká y á otros muchos; pero sea quien quiera el que ha compilado esta coleccion de sentencias orientales, no hay la menor aparencia de que sea un rey el que se tomó este trabajo. ¿Hubiera dicho ningun rey: "el terror del rey es como el rugido del leon?" De esta manera habla un súbdito, ó un esclavo al que hace temblar la cólera de su señor. ¿Habría hablado Salomon tanto de la muger impúdica? ¿Hubiera tampoco dicho: "no mireis el vino cuando parece claro y cuando brilla su color en el vidrio?"

Yo dudo mucho que en tiempo de Salomon hubiera vasos de vidrio para beber; porque esta es una invencion muy moderna: toda la antigüedad bebía en tazas de madera ó de metal; y este solo pasage indica tal vez que esta coleccion se compuso en Alejandría, como otros muchos libros de los Judios. [1]

El Eclesiastes que se pone tambien en la lista de los libros de Salomon, es de un órden y un gusto diferentes en un todo. El que habla en esta obra parece desengañado de las ilusiones de la grandeza, cansado de los placeres y disgustado de la ciencia. Algunos lo han tenido por un epicureo que repite á cada página que "el justo y el impío estan sujetos á los mismos accidentes, que el hombre no tiene nada mas que la bestia, que valdria mas no haber nacido que existir, que no hay otra vida, y que no hay nada de bueno y de racional mas que gozar en paz del fruto de sus trabajos con la muger que se ama."

No es imposible que Salomon hubiese tenido unos discursos semejantes con algunas de sus mugeres. Se ha supuesto que estas son objeciones que se hace él mismo; pero estas máximas que tienen el aire un poco libertino, no parecen absolutamente objeciones; y es quererse burlarse del mundo entender en un autor lo contrario de lo que este dice.

Tambien se ha querido ver en el autor de esta obra un materialista al mismo tiempo sensual y fastidiado, que al parecer ha puesto en el último versículo una palabra edificante sobre Dios, para disminuir el escándalo que debia causar semejante libro.

Por lo demas, muchos padres han supuesto que Salomon hizo penitencia; y asi bien se le puede perdonar.

Mucho trabajo cuesta á los criticos persuadirse á qué este libro sea de Salomon; y Grocio pretende que se escribió en tiempo de Zorobabel.

No es natural que Salomon haya dicho: Yo observo la cara del rey; y es mucho mas verosimil, que el autor haya querido hacer hablar á Salomon, y que por la perturbacion del juicio que se observa en muchos rabinos, olvidase frecuentemente en el cuerpo del libro, que era un rey al que hacia hablar.

Lo que mas sorprende á los criticos es que se haya consagrado esta obra entre los libros canónicos. Si fuera necesario en el dia, dicen, establecer el canon de la Biblia, tal vez no se comprenderia en él al Eclesiastes; pero este fué admitido en un tiempo en que los libros eran muy raros, y en que eran mas admirados que leidos. Todo lo que en el dia se puede hacer es paliar cuanto es posible el epicureismo que reina en esta obra. Con el Eclesiastes se ha hecho lo que con tantas otras cosas que irritan aunque de otra manera; establecidas en tiempos de ignorancia, es preciso sostenerlas en los tiempos ilustrados con vergüenza de la razon, y enmascarar ó sus absurdos ó sus horrores por medio de las alegorías. Estos críticos son muy atrevidos.

El Cántico de los cánticos se atribuye tambien á Salomon, porque el rey se encuentra en dos ó tres lugares de él, porque se ha hecho decir á la amante que es hermosa como las pieles de Salomon, porque la amante dice que es negra, y porque se ha creido que Salomón queria designar su muger la egipcia.

Las tres siguientes razones no hn sido bastante persuasivas: 1°. Cuando la amante habla con su amante y le dice: el rey me ha traido á sus cuevas, habla visiblemente de otro y no de su amante; hicgo el rey no es su amante: ella entiende el rey del festin, el paraninfo, el amo de la casa; y esta judia está tan lejos de ser la querida de un rey, que en toda la obra es una pastora, una moza del campo que va á buscar á su amante al campo y por las calles de la ciudad, y que los guardas la detienen en las puertas y le roban su vestido.

2°. "Yo soy hermosa como las pieles de Salomon" es espresion de una aldeana, como si dijera una de las de nuestros tiempos que es tan hermosa como las tapicerías del rey; y precisamente porque el nombre de Salomon se encuentra en esta obra, no puede ser suya. ¿Qué monarca haria una comparacion tan ridícula? "Mirad, dice la amante en el capítulo tercero, mirad al rey Salomon con la diadema con que lo coronó su madre el dia de su matrimonio." ¿Quien no ve en estas espresiones la comparacion ordinaria que hacen las muchachas del pueblo cuando hablan de sus amantes? Siempre dicen: Es tan hermoso como un príncipe, tiene el aire de un rey, &c.

3°. Es cierto que esta pastora, que se hace hablar en este cántico amoroso, dice que está tostada del sol, y que es morena. Ahora bien, si fuera la hija del rey de Egipto, no estaria tan tostada; porque las señoritas principales de Egipto son blancas, como lo era Cleopatra, y en una palabra este personage no puede ser al mismo tiempo una aldeana y una reina.

Puede suceder que un monarca que tenia mil mugeres, dijera á alguna de ellas: "Que me dé un beso con su boca, porque sus tetas son mejores que el vino"; porque un rey y un pastor cuando se trata de besar sobre la boca, suelen espresarse de la misma manera. Es cierto que es bastante estraño que se haya pretendido que en este lugar habla la amante haciendo el elogio de las tetas de su amado.

Tambien se confiesa que un rey galan ha podido hacer decir á su querida: "Mi querido es como un ramo de mirto y lo pondré entre mis tetas."

Que le ha podido decir á ella: "Tu ombligo es como una copa, en la que siempre hay alguna cosa que beber; tu vientre es como una fanega de trigo, tus tetas como dos cerbatillos, y tu nariz como la torre del monte Líbano."

Confieso que las Églogas de Virgilio tienen otro estilo; pero cada uno tiene el suyo, y un judio no está obligado á escribir como Virgilio.

No se ha aprobado mucho este hermoso rasgo de elocuencia oriental: "Nuestra hermana es todavía chiquita, porque no tiene tetas: ¿qué haremos con nuestra hermana? Si es un muro edificarémos encima; y si es una puerta, cerrémosla."

Enhorabuena que Salomon el mas sabio de los reyes hablase así en sus chufletas; pero muchos rabinos han sostenido no solamente que no era de Salomon esta pequeña égloga voluptuosa, sino tambien que no es auténtica. Teodoro de Mopsuete es de este dictámen; y el célebre Grocio llama al Cántico de los cánticos una obra libertina, flagitiosus: sin embargo es un libro sagrado, y se considera como una alegoría perpetua del matrimonio de Jesu Cristo con su Iglesia. Es menester convenir en que es un poco fuerte la alegoría, y en que no se ve lo que puede en tender la Iglesia cuando dice el autor que su hermanita no tiene tetas.

Despues de todo esto este cántico es un trozo precioso de la antigüedad, y el único libro de amor que nos ha quedado de los Hebreos. En el se habla frecuentemente de goces; y es una égloga judia, cuyo estilo, como el de todas las demas obras de elocuencia de los Hebreos, es sin union, sin consecuencia, lleno de repeticiones, confuso y ridiculamente metafórico: pero tiene pasages que respiran naturalidad y amor.

El libro de la Sabiduría es de un gusto mucho mas serio; pero no es de Salomon mas que el Cántico de los cánticos. Comunmente se le atribuye á Jesus hijo de Sirach, y otros creen que es de Filon de Bíblos; pero sea quien quiera el autor, se ha creido qne en su tiempo no existia todavía el Pentateuco; porque dice en el capítulo diez que Abraham quiso inmolar á Isaac en tiempo del diluvio, y en otro lugar habla del patriarca Josef como de un rey de Egipto. Por lo ménos este es el sentido mas natural.

Lo peor es que en el mismo capítulo supone el autor que en su tiempo todavía se veia la estatua de sal en que fué convertida la muger de Loth. Pero lo que los críticos encuentran todavía peor es que les parece el libro un cúmulo fastidiosísimo de lugares comunes; pero deben considerar que semejantes obras no estan hechas para seguir las reglas vanas de la elocuencia: que estan escritas para edificar y no para agradar: y que es menester hasta luchar contra su mismo fastidio para leerlas.

Hay grande apariencia de que Salomon era rico y sabio para su tiempo y para su pueblo. La exageracion, inseparable compañera de la grosería, le atribuyó unas riquezas que no pudo tener, y unos libros quo no pudo escribir; y el respeto á la antigüedad ha consagrado despues estos errores.

¿Pero qué nos importá que estos libros hayan sido escritos por un judio? Nuestra religion cristiana está fundada sobre la judia; pero no sobre todos los libros que han escrito los Judios.

¿Porqué será el Cántico de los cánticos, por ejemplo, mas sagrado para nosotros que las fábulas del Talmud? Se contesta, que porque lo hemos comprendido en el Cánon de los Hebreos. ¿Y qué es este Cánon? Es una coleccion de obras auténticas. ¿Y es divina una obra porque sea auténtica? Por ejemplo una historia de los reyezuelos de Judá y de Sichem, ¿qué otra cosa es mas que una historia? He aquí una rara preocupacion. Nosotros aborrecemos á los Judios, y queremos que todo lo que ellos han escrito, y nosotros hemos acojido, tenga el sello de la divinidad. Jamas ha habido contradiccion mas palpable.



  1. Un pedante ha creído encontrar un error en este pasage, y ha supuesto que se ha traducido mal por la palabra vaso el cubilete, que dice él, que era de madera ó de metal: pero ¿cómo habia de brillar el vino en un raso de plomo, ó de palo? Y despues de todo ¿qué resulta de esto?