Revista de España (Tomo I)/Número 1/Introducción

Nota: Se respeta la ortografía original de la época
INTRODUCCION.


Hemos titubeado mucho tiempo antes de decidirnos á fundar una Revista científica, literaria y política. Deteníanos en la empresa el temor de no poder llenar las condiciones á que debe aspirar una publicación de esta índole y la no muy favorable acogida que han tenido del público obras análogas de indisputable mérito, en que tomaron parte los más esclarecidos ingenios de nuestra época.

No sabemos si nos engaña el deseo, al hacemos concebir hoy más halagüeñas esperanzas, y si la creencia de que el país recibirá bien nuestro trabajo nace de la estimación y aprecio que nos merecen las personas con cuya colaboración desde el primer momento contamos.

Ajena á la lucha de los partidos militantes, y libre de todo compromiso de bandería, la Revista de España inaugura sus tareas sin más propósito que el de difundir conocimientos de interés general, confiando en la benevolencia de los españoles y en el amor que profesan á todos los adelantos de que es capaz el espíritu humano.

Los colaboradores de la Revista de España no relajan en lo más mínimo los vínculos, compromisos y afecciones que respectivamente los unen con el partido en que cada uno de ellos milite; la responsabilidad que puedan contraer por la parte que en esta publicación tomen, no pasa de la que se origine de los artículos á cuyo pié estampen su firma. No quiere esto decir que la Revista de España sea una colección de opúsculos y de estudios sin principio que la domine, y en la que se encuentren formando un sincretismo bastardo las más contrarias opiniones y doctrinas.

El principio en que concuerdan todos los colaboradores y redactores de la Revista de España, lo que ha de dar cierta unidad á esta obra, es la creencia de cuantos escriben en ella en la marcha progresiva de la humanidad, por donde, sin desconocer las faltas de nuestro siglo, sin hacer pomposos ditirambos de todo lo que forma en conjunto la civilización presente, combatiremos por la ventaja relativa de nuestra edad sobre las anteriores, y por la mayor excelencia y benéfico influjo de las ideas que hoy gobiernan ó están llamadas á gobernar las sociedades humanas.