Nota: En esta transcripción se ha mantenido la ortografía original.

PROYECTISTA.


Este artículo le pone el autor bajo la palabra Espinosa que dice ser su equivalente. Los que ahora llamamos proyectistas, se llamaban ántes arbitristas, y en tiempo de Carlos II con especialidad hubo peste de ellos. Generalmente son señal de hambre, como los cuervos y buitres señal de carne muerta; y donde ellos abundan, se nota que no sobra mas que la miseria.

No sé, verdaderamente, porque han puesto, este artículo en un diccionario escrito ex-profeso contra los filósofos, pues, para ser proyectista, no entiendo yo que sea necesario ser ni aun bachiller en filosofía. Un fraile lego, me acuerdo que oyendo hablar un dia del gran proyecto de dinero mucho y pronto, dijo que el tenia uno con el cual se atrevia á sacar el Estado de cualquier apuro. Instámosle los circunstantes á que nos lo esplicase; y el lego morondo, descargando sus alforjas, con toda la gravedad de un R. P. Maestro habló en esta forma: «Todo el busilis está en que las legitimas potestades manden que ninguno sea osado á morirse sin tener ántes la mortaja hecha; y que los soldados, que son los que mas mueren en estos tiempos, vayan haciendo una masilla que se puede llamar monte-pio, para aparejarse de mortaja: y si alguno, por muy bisoño, no hubiese juntado para ella, que se le equipe de la caja del regimiento.

Mi P. General (continuó) hará la caridad de correr con todo, sayal, hechuras, todo: y caiga gente, que no hay miedo: denle á él muertos que el dará mortajas. Dará además un peso de limosna por cada mortaja que se le tome. Ahi es ello nada el dineral que se podía juntar en un instante. Lo que ha que anda esta brega de los gavachos, lo menos que han muerto de los nuestros entre soldados y paisanos, de ellos de la guerra, de ellos de hambre, de ellos de peste, son.... sí serán, circuncirca de dos millones; y me quedo corto. Pues estos dos millones de pesos se hallaba ahi el Gobierno, sin tener que hacer mas que recibirlos en la tesoreria limpios de polvo y paja.

De esta suerte nunca se pierda todo; porque aun cuando alguna accion se perdiera, como se pierden, por culpa de los mandones, quiero decir que cuanta mas gente muriese mas pesos entraban en caja: rata por cantidad. -Pero, hermano, ¿a como venden las mortajas? -¿Que es vender? acá no vendemos nada; pero á nadie se le cortan los vuelos (V. Mortaja), si algun devoto quiere dar una limosna... -Entiendo entiendo. Y ¿que tal? -Unos dan sesenta, otros ochenta... Ya, ya: con que los dos millones de túnicas á setenta reales...-Es que el piquillo lo daria de limosna la comunidad por las animas de los difuntos: y al cabo, como dice aquel refran «el abad de lo que canta yanta.» -Sí, pero tambíen dice otro como la moza del abad, que no cuece y tiene pan:» y otro, «el abad de Bamba lo que no puede comer dalo por su alma.»

En esto el leguito cogió su alforja, inclinó la cabeza y salió á pedir por Dios y para su santo dejandonos pasmados de ver lo que sabe un fraile, aunque sea lego.