Por campos de ensueño

Por campos de ensueño
de Delmira Agustini


 Pasó humeante el tropel de los potros salvajes,
 feroces los hocicos, hirsutos de pelajes,
 las crines extendidas, bravías, tal bordones,
 pasaron como 'pasan pamperos y aquilones.
 

 Y luego fueron águilas de esplendidos plumajes
 trayendo de sus cumbres magníficas visiones,
 con el sereno vuelo de las inspiraciones
 augustas, con soberbias de olímpicos linajes.
 

 Cruzaron hacia Oriente la limpidez del cielo,
 tras ellas como cándida hostia que alzara el vuelo,
 una paloma blanca como la nieve asoma.
 

 Yo olvido el ave egregia y el bruto que foguea
 pensando que en los cielos solemnes de la Idea
 a veces es muy bella, muy bella una paloma.