ros...» Núñez de Pineda, p 329. «El choro tiene cerca de siete pulgadas de largo y tres y media de ancho...» Molina.
Lenz, (n. 452), citando a Middendorf, le atribuye una etimología quichua, chhuru. «Usada esta voz: por todos los chilenos, por los historiadores antiguos y por los naturalistas, tiene ya pleno derecho a figurar en el Diccionario.» Román.
Choro maico: llámase así a los muy pequeños que se hallan fuera del agua asentados en las peñas, y que, por tal causa, no llegan a desarrollarse. De ahí su significado araucano de «imperfecto».
Choroy. m. (Psittacus rectirostris).
«En América hay muchas especies de loros, de la cuales tres en Chile: el choroy y la catita...» Philippi. «Los papagayos de paso son el choroy...; tiene la parte arriba del cuerpo verde, el vientre ceniciento...» Molina.
Su etimología es araucana: choroy.
Lenz, (n. 453) que al afirmar que hoy en la región central de Chile «se dice más bien catita» por el choroy, creemos se equivoca, pues ambas voces corresponden a diferentes especies. Román, II, 51.
Chucao. m. (Pteroptochus rubecula).
Pajarillo de 16 a 17 centímetros, de plumaje bruno rojizo, que pasa a ferruginoso en la garganta y en el pecho (de donde su designación científica). Prefiere los sitios más obscuros y retirados de los bosques.
En araucano se llama chucau. Es tenido por los indios y hasta por los campesinos en Llanquihue como pájaro de bue« o mal agüero. Es ave peculiar a Chile.
Lenz, n. 456. Román, II, 52.
Chucho, m. (Noctua pumila).
Voz que la gente culta pronuncia de ordinario chuncho, pero que en araucano es chuchu, cambiado hoy por los indios en chucho, según afirma Gay, y con tal forma es conocida en los campos. Es la más pequeña de las lechuzas y tiénesela por de mal agüero. De chuncho proviene el verbo achunchar, que