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Ayax

Mi destreza tampoco es despreciable.

Tu espíritu se henchiría grandemente si llevases un escudo.

Sin armas bastaría para Menelao armado.

Tu lengua sustenta un gran denuedo.

Con ayuda de la justicia es lícito tener el corazón alto.

¿Encuentras justo que prevalezca el que me ha muerto?

¿Quién te ha muerto? Dices cosas maravillosas. ¿Vives y estás muerto?

Un dios me ha salvado; pero, en cuanto de él dependía, estoy muerto.

Salvado por los Dioses, no ultrajes, pues, á los Dioses.

¿He violado, pues, las leyes de los Dioses?

Ciertamente, si no permites enterrar á los muertos.