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gayan, y traía las Bulas y el palio al Arzobispo electo de Manila, y fray Baltasar de Cobarrubias, de la orden de San Agustin, Obispo de Camarines, por muerte de fray Francisco de Ortega. En los mismos navíos, fueron dos Oydores, para la audiencia de Manila, los licenciados Andres de Alcaraz, y Manuel de Madrid y Luna.

El capitan y sargento mayor, Juan Juarez Gallinato, con la nao Santa Potenciana, y gente que en ella había llevado al Maluco, en socorro de la armada portuguesa, que Andrea Furtado de Mendoza trujo sobre la fortaleza de Terrenate, la halló en el puerto de Talangame; y luego que este socorro llegó, Andrea Furtado desembarcó en tierra la gente portuguesa, y castellana, con seis piezas de artillería, y marchó con ella por la marina, la vuelta de la fortaleza, para plantarle la batería. Tardó dos dias, hasta llegar á la fortaleza, pasando por algunos pasos y barrancos, que el enemigo tenía fortificados. Llegados á la fortaleza principal, hubo bien que hacer en plantar la artillería, que el enemigo salía amenudo sobre el campo, y lo impedía. Y una vez llegó á las puertas del mismo alojamiento, que hiciera en él mucho daño, si los Castellanos que estaban mas cerca de la entrada, no se la impidieran; y apretaron á los moros tanto, que con muerte de algunos á espaldas vueltas, se encerraron en la fortaleza; y juntamente, les plantaron cinco piezas á tiro de cañon. El enemigo que tenía la gente necesaria para su defensa, con mucha artillería y municiones, hacía en el campo daño: sin que las piezas de la batería hiciesen efecto de consideracion, teniendo poco recaudo de pólvora, y municiones; de manera, que lo que Gallinato, y su gente (cuando se juntaron con la armada portuguesa) entendieron, del poco recaudo y aparejo, que Andrea Furtado llevaba, para tan grande empresa, se vió y esperimentó con brevedad. Para no perecer todos, habiendo tomado Andrea Furtado los pareceres de todos los oficiales de su campo y armada, retiró sus piezas y el