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SESION EN 28 DE JULIO DE 1845

sin pagar derechos a la sombra de esta franquicia i de no haber quien los custodie. Este mal no solamente es probable sino seguro de esperimentarse, si no se toman fuertes precauciones, i éstas orijinarán graves gastos al tesoro nacional.

Si el carbon de piedra estranjero no paga derecho alguno, naturalmente cae el nuestro que no principia aun a esplotarse; i esto es enteramente contrario a lo que puede llamarse fomento o proteccion; el fomento está en darle los medios como pueda emplearse. Lo hemos tenido sepultado por trescientos i mas años, a sabiendas de que existia, por no tener objeto alguno en qué emplearlo, i ahora que conocemos su utilidad, que tenemos objeto a qué aplicarlo ¿lo dejaremos del mismo modo? La Empresa de Vapores fué la primera que empezó a aprovecharse de la utilidad de él; por cinco años lo ha consumido, i no puede decirse que lo han mezclado con el de otra parte, porque, cuando mas, habrán traido algunas pequeñas cantidades, pues que se necesitan de 12 a 14 mil toneladas al año.

La cuestión bajo este punto de vista está reducida a que se le dé a nuestro carbon un privilejio, una concesion, bien sea abonando medio real por el carbon que venga del Sur al Norte para fundir nuestros minerales, segun le he presentado en mi proyecto, o bien sea rebajándole el derecho de los cobres que produzcan los minerales fundidos con este carbon en el Norte. Cualquiera de estos dos medios seria una suficiente proteccion; i en ningún caso convendré en que nuestro carbon en el Norte quede de igual condicion al carbon estranjero.

Tengo en mi poder datos que me manifiestan claramente que los minerales del Norte llevados al Sur para fundirlos, seria ventajosamente favorable hacer la fundicion de estos con leña en lugar de carbon. Los 500,000 quintales de carbon, que son los que calculamos que producen nuestras minas, llevados al sur para fundirlos con leña, nos darian el resultado siguiente: los costos de los 500,000 quintales de minerales lleva al Sur i fundidos con leña, son aproximativamente 218,000 pesos i las utilidades que éstos producirían, son 687,000; una ventaja que vendriá a resultar al país de cerca de un millon de pesos, comprendidas las utilidades i costos. Fundidos estos mismos 500,000 quintales de mineral con carbon de piedra del Sur, i comprado éste al precio de cuatro reales quintal, que es el precio mas barato a que lo pueden dar, nos darian sólo una ventaja de 218,500 pesos. De consiguiente, nos hallamos en el peligro de que no encontrándose medios cómo emplearse nuestro combustible de carbon, se va a perder en su nacimiento. Se me podrá argrüir que por qué no se llevan al Sur los metales del Norte, supuesto que hai allí la ventaja de la leña; i yo contestaria que todos los mineros no tienen esos grandes capitales para trasportar sus metales; no obstante, es preciso presentarles este carbon del moda que sea mas ventajoso, aun cuando sus ganancias vengan a quedar reducidas a la mitad, pues aun en este caso les sale mucho mas barato que esportar sus minerales al estranjero.

Por muchas que sean las gracias i concesiones que se quiera hacer en favor del carbon estranjero nunca deben ser tantas que éste quede al nivel del carbon del pais: precisamente se le han de conceder algunos privilejios, algunas ventajas al del pais. Dejando a un lado lo que aconsejan todos los economistas, i separándonos igualmente de la práctica universal que observan todas las naciones cultas en darles una decidida proteccion a los productos i manufacturas que establecen en su suelo, fijemos sólo la consideracion en las pocas medidas económicas i de proteccion que hemos establecido por nuestros reglamentos de aduana, aumentando los derechos dobles a algunas manufacturas para que se trabajasen en el pais, tales han sido los muebles, sombreros, zapatos, etc., i reconoceremos las grandes ventajas que han producido trayendo a nuestra República operarios estranjeros que trabajan todas estas manufacturas con la misma perfeccion que se hacen en Europa, i las tenemos en el dia por la mitad de los precios que ántes nos costaban.

Repito, señores, que ninguna razon se podrá encontrar para dejar nuestra industria naciente del carbon en el misma estado que queda el carbon estranjero esponiendo a perecer el asomo de esta nueva riqueza, i privando al mismo tiempo a nuestra naciente marina de las ventajas que le proporcionaria el trasporte de este cabotaje.

¿I cuáles son las ventajas que hemos reportado? La de que no se traigan ya de Europa; porque a la verdad, ¿quién trae ya un mueble de Europa, cuando aquí se hacen ya con la misma perfeccion que allá? He aquí los resultados que obtendríamos respecto del carbon de piedra empleando iguales medios. Inútil me parece enumerar tantos otros objetos que se introducian en el pais, i que ya no se introducen.

Me limitaré por ahora a las observaciones que he hecho, i esperaré oír las que se hagan en contra.

El señor Pinto. — En la sesion anterior, señores, en que se trató de esta materia, el servicio público me llamó a otro punto i no pude asistir a esta discusion; pero en la de esta noche, he observado que se hace mérito de algunos datos que, a mi juicio, están mui equivocados, i que es de necesidad presentarlos en su verdadero punto de vista a la Sala. Uno de ellos es que la esportacion del mineral es de 500,000 quintales, i que este mineral fundido dentro del pais, produciria 45,000 toneladas de carbon. Se adujo este cálculo para probar la inexactitud del señor Domeyko, que cree que con 300,000 to