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SESION EN 12 DE AGOSTO DE 1844

las opiniones que se quieran. Si esta influencia faltase ¿cuál otra se sustituiria en su lugar? ¿La del interés público? Esta es al menos la utopía de los hombres bien intencionados que atribuyen a la naturaleza humana lo único que debiera caracterizarla. Pero el hecho desmiente en todas partes esas quimeras. Si un partido no se apodera de la prensa i la hace servir a sus miras se aprovechará de ella el interes privado, que esplotará en su beneficio la primera preocupacion popular que se le presente, con tal que esto le proporcione espender mayor número de ejemplares; i el escrito mas irritante, mas subversivo, mas inmoral obtendrá mayor número de curiosos que quieran conocerlo.

¿No hemos visto en Chile periódicos que tenian por objeto confesado calumniar del modo mas infame que cabe, zaherir, ridiculizar a personas determinadas obteniendo un despacho tan asombroso, que pudiera servir de estímulo a la perversidad misma para hacerse de la prensa una industria i un negocio? Apuntamos estos estravíos como el estremo opuesto en que podrá caer la prensa, si se le quitase el contrapeso de una moderada influencia que la detenga en sus justos límites; sin que esa influencia estorbe que la esfera de las publicaciones diarias se estienda cada dia mas de un modo que presenta pocos ejemplos en América i que en Chile no tiene antecedentes; porque no es lo mismo que en épocas de exaltacion hayan existido diez o mis periódicos políticos, que el hecho actual de haber cinco diarios i seis periódicos permanentes que se ocupan de todos los asuntos propios del diarismo.

Por el cargo que se insinúa contra la prensa actual, de tender a prestar su apoyo a los abusos de administracion, o no es reflexionado, o es de todo punto injusto. Cualquiera que sea la afeccion o desafeccion a los individos al Gobierno actual, es preciso convenir en que la prensa no les ha servido para iniciar con ella medida alguna que afecte a la libertad o al porvenir del pais. La prensa de Chile es una de las mas morales que presenta hoi el mundo, i creemos que no seria exajerado decir que es la m is liberal de América. Si ella no ataca las medidas inoportunas i abusivas de la administracion tampoco puede tachársele de que se haya favorecido fundándolas en principios contrarios al sentir constante i conocido de los escritores; ni que donde no ha hallado materia de elojio, haya guardado un decoroso silencio. En cambio ¿cuánto principio no ha difundido; cuántas ideas de libertad no ha derramado, entremezclándolas en sus escritos cada vez que se ha presentado coyuntura favorable? Si se prescinde de los hechos que no le cabe remediar, jamas la olvidado los intereses de la libertad de civilizacion i del progreso; i por lo que a nosotros respecta, deseáramos que se nos citase un solo escrito, una palabra sola que haya servido para adular una preocupacion, para consagrar un principio que no tenga en su apoyo el sentir de políticos de nombradía i de acrisolada reputacion en Europa. Cualquiera que haya podido penetrar nuestro plan de campaño con respecto al diarismo habrá comprendido la idea uniforme que domina en todas nuestras publicaciones; a saber: sostener los principios que favorecen la libertad; respecto los hechos consumados, i preparar las ideas para enmendarlos, encaminando poco a poco la opinion a comprender claramente la discordancia que haya entre los unos i los otros. I siempre guardaremos esta conducta, persuadidos de que nada mas es posible hacer con éxito, sino preparar i disponer los ánimos minar los obstáculos i ensanchar para lo sucesivo el camino de la libertad.

Si la actual administracion de Chile marcha hácia el despotismo, i la prensa periódica asalariada, como se dice le presta su apoyo, jamás poder alguno fué mas vilmente traicionado, ni nunca tuvo un Gobierno ecos mas liberales ni mejor intencionados.

Pero es preciso ser justo i no hacerse ilusion, no es la tiranía del Gobierno lo que impone silencio a los escritores de conciencia, la verdadera tiranía está en el público mismo, en las fatales preocupaciones que nos ha legado la España por una parte i en los principios abstractos que el siglo XVIII ha depositado en muchos de nuestros liberales por la otra; tiranía que ejerce su doble i contradictoria influencia, no sólo sobre la prensa, sino sobre el Gobierno mismo i la sociedad entera, i esto no se corrije en un dia, porque esa es la obra lenta i paulatina del tiempo. ¿Cuántas veces no han traido sobre sí los escritores las prevenciones mas injustas, hoi de parte de los liberales, al dia siguiente de los retrógrados, unas veces de la administracion, otras del público, ayer de los jóvenes, mañana de los viejos; cuándo del clero, cuándo de los gramáticos i literatos? I sin embargo, que consulten ahora que ha pasado ya el momento de escitacion para cada una de estas faces de la sociedad; que relean las pájinas que tanto les escitaron; que busquen en ellas lo que pueda justificar sus violentos i pasajeros enconos! Pero, todo esto es necesario i útil i hasta los estravios mismos de la prensa son saludables, por cuanto despiertan a idea de lo justo i lo conveniente. En este sentido hasta La Sociabilidad Chilena ha dejado en la opinion i en los hechos, su parte de bien i si se reimprimiese, apénas llamaria la atencion.

Que no se calumnie pues, a la prensa periódica; que no se la pida que haga lo que nadie hace! El que quiera criticar, el que desde afuera de la administracion se sienta con fuerzas bastantes para dirijir los negocios públicos, en una palabra, el que quiera que los otros sean mas celosos del bien público que lo que el mismo lo es, que cargue su cruz i corra todos los azares; lo demás es pedir peras al olmo, porque se busca el mal donde no está. ¿No principió El Siglo con una caricatura de oposicion i de crítica