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ACTA DE INSTALACION

tanto que, recurriendo los diputados de las provincias, que para el caso elijiesen, se acordase la clase de gobierno que debia subsistir.

Fueron sus vocales los señores don Juan Mateo de Toro; conde de la Conquista, presidente; el ilustrísimo obispo electo de esta capital, doctor don José Antonio Martinez, vice-presidente; don Fernando Marquez de la Plata, del supremo consejo de la nacion; los coroneles don Juan Martinez de Rozas, don Ignacio de la Carrera i don Francisco Javier de Reina, comandante del real cuerpo de artillería, i el maestre de campo don Juan Enrique Rosales.

La complacencia con que recibieron los pueblos el acta de la instalacion, acreditó la jeneral adhesion al nuevo sistema, i, estinguido el jérmen de la discordia, procedieron a elejir por sus representantes: en la capital, a los señores don Juan Antonio Ovalle, don José Santiago Portales, superintendente de la real casa de moneda, don Domingo Diaz Muñoz, coronel de ejército, al maestre de campo doctor don Joaquin de Echeverría, al reverendo padre doctor frai Manuel Chaparro, al conde de Quinta Alegre don Juan Alcalde, al maestre de campo don Agustin de Eizaguirre, al maestre de campo don Francisco Javier de Errázuriz, al licenciado don José Miguel Infante, al maestre de campo don José Nicolas de la Cerda, al doctor don Gabriel Tocornal, i a don Juan José de Goicolea; en Concepcion, a don Andres Alcázar, conde de la Marquina, al canónigo majistral de aquella iglesia don Agustin Urrejola i al doctor don Juan Cerdan, presbítero; en Coquimbo, a don Márcos Gallo, presbítero, i a don Manuel de Recabárren; en Talca, al teniente coronel don Manuel Perez Cotapos i al maestre de campo don Mateo Vergara; en Chillan, al coronel don Antonio Urrutia i al maestre de campo don Pedro de la Arriagada; en Quirihue, al maestre de campo don Manuel de Salas; en Valparaiso, al licenciado don Agustin Vial; en San Fernando, al teniente coronel don José María Ugarte i Castelblanco i al licenciado don José María de Rozas; en Curicó, al maestre de campo don Martin Calvo de Encalada; en Rancagua, al maestre de campo, doctor don Fernando de Errázuriz; en Quillota, al licenciado don José Antonio Ovalle; en Petorca, al capitan don Estanislao Portales; en Aconcagua, al teniente coronel don José Santos Mascayano; en Copiapó, al doctor don Juan José de Echeverría; en Santa Rosa de los Andes, a don Francisco Ruiz de Tagle; en Illapel, al licenciado don Joaquin de Gandarillas; en Melipilla, al maestre de campo don José de Fuenzalida; en Cauquénes, a don José Antonio de Soto i Aguilar, presbítero; en Rere, al coronel don Luis de la Cruz; en los Ánjeles, al teniente coronel don Bernardo O'Higgins; en Lináres, al doctor don Juan Estéban Manzano; en Puchacai, al canónigo de esta santa iglesia doctor don Juan Pablo Fretes; i en Osorno, al ministro tesorero de la real hacienda de esta capital don Manuel Fernanelez, estando todavia para elejirse en Valdivia i en el Huasco.

Por decreto de la excelentísima junta, su fecha 2 de mayo, reconocidos los poderes, se incorporaron al gobierno los mencionados señores representantes, principiando a ejercer desde entónces las altas funciones de su comision.

El dia cuatro del que rije se celebró la apertura del Congreso, del modo mas magnífico i majestuoso. Precedidas las rogaciones públicas, que se mandaron hacer por tres dias, tendida la tropa veterana de guarnicion, i formados varios cuerpos de mi licias, se personaron a las diez de la mañana en el palacio presidencial los señores vocales de la junta i diputados, el real tribunal de justicia, el ilustre ayuntamiento, real universidad, prelados i jefes de los cuerpos, de donde partido el concurso a la iglesia catedral, llegados allí, se invocó el padre de las luces, cantando solemnemente el himno Veni sancti spiritu, i, concluido, se celebró la misa, que celebró el señor chantre i vicario capitular doctor don José Antonio de Errázuriz. Al evanjelio se siguió un sermon, manifestando que el nuevo sistema de un gobierno justo i equitativo durante la ausencia del rei, no era contrario, sino mui conforme a los adorables principios de la relijion; i luego se procedió por el secretario de la junta doctor don José Gregorio de Argomedo, a recibir de los señores representantes juramento, en la siguiente forma:

—“¿Jurais (se les preguntó) la santa relijion católica, apostólica, romana, sin admitir otra en este reino? ¿Jurais ser fieles a Fernando VII de Borbon libre de toda dependencia estranjera? ¿Jurais defender el reino de Chile i sus derechos contra sus enemigos interiores i esteriores, i, para esto, conservar la mayor union? ¿Jurais desempeñar fiel i legalmente la importante comision que el reino ha puesto a vuestro cuidado?” I habiendo respondido todos: —“Sí, juramos,” dijo el señor presidente: —“Si así lo hiciereis, Dios os lo premie, sino, os lo demande.” A lo que respondieron: —“Amen.” Subieron los señores de dos en dos a tocar el libro de los santos evanjelios, que estaba colocado en un altar. Continuó la misa, cantándose en su conclusion el Te Deum laudamus.

Salió el Congreso con el noble concurso a su sala, haciéndose a este tiempo una salva real de artillería. Allí produjo una elegante oracion el señor don Juan Martinez de Rozas, que hacia de presidente; i, en concluyéndose, se retiró con los demas señores de la antigua junta.

Pasó a presidir el cuerpo el señor decano representante don Juan Antonio Ovalle, quien, del propio modo, persuadió con elocuencia i enerjía de ver el Congreso consagrar sus tareas en obsequio de la relijion, del rei i de la patria, indicando para ello los mas importantes arbitrios. Hizo de secretario en ese acto el señor don Francisco Ruiz de Tagle, que lo es nato del cuerpo por lo mas jóven.