Página:Recordacion Florida Tomo II.pdf/279

Esta página ha sido corregida
268 Biblioteca de los Americanistas.

que se quedaron allí la mayor parte, contribuyendo á las poblaciones de Lima, Quito y Puerto Viejo; vendió su armada á los conquistadores Pizarro y Almagro por cien mil pesos de oro, y regresó luego á Guatemala para hacer su segundo viaje á la corte de España. Parece que el P. Las Casas pasó también al Perú, pero no logrando introducir allí sus perturbaciones, volvió luego á Chiapa.

Petapa (Pueblos, monte, laguna y río de), págs. 90, 125, 126, 265, 271, 272, 274, 275, 286, 291, 302, 313 á 315, 317, 321, 325, 326, 329, 330, 333, 353 á 356, 359, 364, I; 1 á 3, 5 á 8, 10, 11, 54, 137, 142, II.—El pueblo de Petapa ó San Miguel Petapa, uno de los setenta y siete del Corregimiento del Valle en la provincia ó partido de Sacattepeques, situado á unas cuatro leguas de la capital, estuvo muy poblado de indios y ladinos, hasta que arruinado por un diluvio, en 1762, se trasladaron algunos vecinos á la villa nueva de Petapa, distante una legua, y otros quedaron en aquel asiento. Dedicábanse los petapanecos á cosechar el maíz y á la venta en Guatemala de mojarras y otros peces de la inmediata laguna de Amatitlán ó de Petapa.
Esta laguna, formada en la profundidad del valle de Mesas, donde afluyen, además de los arroyos de los próximos montes, todos los ríos del valle de Canales, tiene una circunferencia de nueve leguas, y se extiende desde el pueblo de Petapa al de San Juan Amatitlán, donde desagua y forma el río de Petapa que corta el pueblo por el medio, y corriendo por el ingenio de los Jesuitas riega muchas haciendas y entra en la mar del Sur, enfrente de la barra de Mychatoya, que contribuye á formar, en la jurisdicción de Guazacapán. Recorre el río unas treinta y siete leguas, tiene en sus márgenes fuentes termales de reconocidas virtudes y frondosos bosques, en cuyos árboles abundan los pejijes, gallaretas, chocoyos y otras aves; y en el seno de las aguas viven muchos regalados peces, como pepescas, tepacatles y aun nutrias en las más profundas pozas de los remansos. En la laguna y el río pescaban los petapanecos las codiciadas mojarras de que pro-