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122 Biblioteca de los Americanistas.

Felipe y otras partes; adelantándose el precio de la de Chimaltenango por la seguridad y perpetua duración de su fábrica, y extendiéndose los artífices deste género á la manufactura de ollas que llaman de Salineros. Alárganse éstos hasta las playas del Sur á la fábrica deste género tan necesario y útil como es el condimento de la sal, con excesivo y crecido trabajo de sus personas (cual no es imaginable en lo humano) por ser el ejercicio de su labor desnudos y en tierra tan ardiente al sol y al fuego; cuyos hornos son de crecida y voracísima llama y de crecido y grande buque, con dilatado y largo tiempo de fuego sucesivo y continuado: cuya puntual manufactura se describirá adelante en la Segunda parte. Pero sin duda es más duro el trabajo que en esto se les sigue á estos miserables y pobres indios, porque después de haberle padecido y estado mucho tiempo fuera de sus casas y apartados veintidos leguas de su socorro, caricia y comodidad, vienen después de muchas y largas enfermedades que padecen y de que se mueren muchos, á pagar derechos de aquella miseria á la Real Aduana, sin que se les pase ni perdone el corto rateo de un pasaco (que así llaman el tercio de este género) de que no contribuyan y dejen lo que á prorrata le corresponde; siendo para ellos de acerbo dolor el pagar este derecho, sobre proponerse á tanta distancia á ejercitarse en este trabajo incomparable (de que sólo se hace juicio viéndolo y no de otra manera) para tener de donde pagar los reales tributos, y el tostón impuesto por el arbitrio de D. Luis de Velasco: estos miserables se hallan exhaustos y enflaquecidos de comodidad, sin poder volver sobre sí ni restaurar sus caudalillos, porque hoy están casi desiertos y despojados con mísera ruina de los pueblos y descaecimiento en los ánimos; porque por falta de los medios dejan sus casas, pasándose á la costa á servir á aquellos indios, y sin asistencia y beneficio los campos.

Pero volviendo la consideración y memoria á lo tocante y perteneciente á lo recreable deste Valle de Chimaltenango, es de advertir que todo el cuerpo de su hermosa y agradable circunferencia, se compone de una llanura siempre ves-