Página:Plagiado (1896).djvu/134

Esta página no ha sido corregida
126
PLAGIADO

Poco después, cuando andaba yo á caza de mis caracoles, me sorprendió el sonido de una moneda de oro que cayó sobre una roca delante de mí y rodó hasta el mar.

Cuando los marineros del Covenant me devolvieron mi dinero, no solo se quedaron con una tercera parte de la suma total, sino también con la bolsa de cuero de mi padre; de manera que desde aquel día llevaba mi dinero suelto en un bolsillo, en el que descubrí un agujero.

Cuando llegué al bergantín llevaba conmigo unas cincuenta libras esterlinas y alıora solo me quedaban dos y un chelin de plata. Cierto es que poco después alcé del suelo otra moneda, lo que hizo montar á poco más de tres libras esterlinas la fortuna de un muchacho, heredero legítimo de una rica propiedad, que ahora perecía de hambre y frío en una desierta isla de la costa de Escocia.

El estado de mis asuntos iba de mal en peor; mis vestidos comenzaban á pudrirse; mis medias, particularmente, se habían gastado de tal modo que mis piernas estaban desnudas; las manos se me habían ablandado con la continua humedad; la garganta me dolía en extremo; las fuerzas se habían disminuído mucho, y tal era la repugnancia que me inspiraba lo único que estaba condenado á comer, que su simple vista me causaba náuseas.

Lo peor aun faltaba por venir.

En la parte noroeste de la islita había una roca bastante alta que visitaba con frecuencia; aunque no permaneciese mucho tiempo en un mismo lugar, excepto para dormir, pues lo mísero de mi situación no me per Unos quince duros.