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En lo que respecta a la adaptación y la resiliencia destacamos, en primer lugar, el conocimiento y desarrollo de las fortalezas personales como un elemento fundamental para enfrentarnos y sobreponernos a situaciones adversas y difíciles. Además, la asertividad y la autoestima también serán imprescindibles para un correcto manejo de la enfermedad crónica.

¿Sabías que la resiliencia es la capacidad para enfrentarse a situaciones y experiencias adversas y fortalecerse mediante la superación de estas?

FORTALEZAS PERSONALES

Las fortalezas personales son características de personalidad que se construyen a lo largo de la vida y, en palabras de Seligman,[1] actúan como barrera contra la desgracia y los trastornos psicológicos, es decir, protegen del estrés, de la ansiedad, de la depresión, etc., y contribuyen a crear una buena resiliencia. La resiliencia es la capacidad para enfrentarse, sobreponerse y fortalecerse a través de las experiencias adversas.[2] En otras palabras, define cómo cada persona se adapta a su entorno y a los acontecimientos vitales negativos y favorece al éxito o al fracaso en la consecución de sus objetivos vitales.

  1. Seligman, M. (2003). La auténtica felicidad [Authentic happiness]. Barcelona: Ediciones Vergara.
  2. Grotberg, E. (2006). ¿Qué entendemos por resiliencia?, ¿cómo promoverla?, ¿cómo utilizarla? En: E. Grotberg (Ed), La resiliencia en el mundo de hoy. Cómo superar las adversidades (pp. 17-57). Barcelona: Gedisa.
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