Página:Obras de los moralistas griegos. Marco Aurelio-Teofrasto-Epicteto-Cebes (1888).pdf/172

Esta página no ha sido corregida
114
MORALISTAS GRIEGOS.

chas de las cosas que hacen los hombres; mirándolos como si fuesen nuestros antagonistas ó competidores; porque, como yo decia, es permitido huirlos el cuerpo sin tenerlos por sospechosos ni odiarlos.

Si alguno pudiese convencerme y hacerme patente que yo no pienso con rectitud ú otro bien, con mucho gusto mudaría de dictamen y de conducta; porque yo busco la verdad, la cual jamás dañó á ninguno, siendo así que quien se obstina en su error é ignorancia queda malamente burlado.

Yo hago y cumplo con mi deber; las demás cosas no me llevan la atención; porque, ó son inanimadas, ó irracionales, ó van fuera de razón é ignoran el camino verdadero.

Como hombre dotado de razón, usa con magnanimidad y libremente de los animales, y en general de las cosas y sustancias que carecen de razón; empero á los hombres, como participantes de racionalidad, trátalos sociablemente; y en todo pide á los dioses su favor y amparo; ni te interesa saber en cuánto tiempo podrás hacer tus cosas, porque el solo espacio de tres horas bien empleado te basta y sobra.

Alejandro el de Macedonia y su mozo de mulas, habiendo muerto, vinieron á parar en una misma cosa; porque, ó bien fueron reasumidos en los mismos principios y razones seminales del universo, ó fueron igualmente dispersos y reducidos á sus átombs.

Considera para contigo qué de cosas pasan á cada uno de nosotros en un mismo punto de[1] tiempo[1] Este concurso de ideas, de acciones, de movimientos en un mismo instante de tiempo, es un argumento clásico contra los materialistas.


  1. 1,0 1,1