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cumplido y cuerdo que se halla entre los de aquella liga, para daros una embajada en estos términos: « El ateniense Temistocles, con la mira de haceros un buen servicio , ba logrado detener a los Griegos para que no persigan á vues tras escuadras como intentaban hacerlo , ni os corten el puente de barcas en el Helesponto . Ahora vos podreis ya retiraros sin precipitacion alguna.» Dado este recado, vol viéronse por elmismo camino.

CXI. Los Griegos de la armada naval, despues de re solverse á no pasar más adelante en seguimiento de la de los bárbaros, ni á avanzar con sus naves hasta el Heles ponto para cortar á Jerges la retirada, quedáronse sitiando la ciudad de Andros con ánimo de arruinarla . El motivo era por haber los Andrios sido los primeros de todos los isleños que se habian negado á la contribucion que Temis tocles les pedia ; mas como éste les previniese que los Ate nienses les harian una visita llevando consigo dos grandes divinidades, la una Pitos y la otra Anauhea , por cuyo me dio se verian en la precision de desembolsar su dinero , diéronle los Andrios por respuesta : que con razon era Ate nas una ciudad grande, rica y dichosa , teniendo de su parte la proteccion de aquellas buenas diosas, al paso que los pobres Andrios eran hombres de tan cortos alcances y tan desgraciados que no podian echar de su isla á dos diosas que les irrogaban mucho daño, la Penia y la Amecania[1] , las cuales obstinadamente se empeñaban en vivir en su país ; que habiendo cabido á los Andrios por su mala suerte aquellas dos harto menguadas diosas, no pagarian contri


  1. Con tan bello nombre decoraba el espíritu figo y culto de los Griegos á dos diosas que llevan entre nosotros el vulgar y re pugnante de Pobreza é Imposibilidad. Asi tambien he conservado para que no cayeran de su divinidad la advocacion de Pilos y Anauhea á la Persuasion y á la Necesidad, de cuya proteccion en el dia suelen muchos humanamente valerse, usando de lo que di . ríamos Pitanauho, o ruegos armados.