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mil que sea , saldremos de la refriega muy superiores, puesto que á nosotros, para vencer, nos convicne lo an gosto del lugar, al paso que la anchura al enemigo. A más de esto , nos quedará salva Salamina, donde habemos dado asilo y guarida á nuestros hijos y mujeres. Añado aunque de hacerlo así depende lo que tanto desean estos guerre ros, pues quedándote aqui cubrirás y defenderás con la armada al Peloponeso del mismomodo que si dicras la ba. talla cerca del istmo, y no cometerás el error de conducir los enemigos al Peloponeso. Y si el éxito nos favorece , como lo espero, quedando ya victoriosus'en elmar , logra remos sin duda que no se adelanten los bárbaros hácia el istmo, ni pasen áun más allá del Atica, ánles bien los ve remos huir sin órden ninguno y con la ventaja de que nos queden libres é intactas las ciudades de Megara , de Egina y de Salamına, en donde los Atenienses, segun la promesa de los oráculos, debemos ser superiores á nuestros enemi gos. No digo más, sino que por lo comun el buen éxito es fruto de un buen consejo , mientras que ni Dios mismo quiere prosperar las humanas empresas que no nacen de una prudente deliberacion .»

LXI. Altiempo que esto decia Temistocles, interrum pióle otra vez Adimanto el Corintio, mandando que callase el fanfarron expatriado y aún sin patria , y volviéndose a Euribiades le dijo no permitiese á nadie votar[1] sobre el dictámen de quien ni casa ni hogar tenia ya ; que primero les dijese Temistocles cuál era su ciudad , y que se votase despues sobre su parecer; desvergüenza con que daba á


  1. Para votar los negocios en Atenas los escribian en una ta blilla expuesta al público los Pritanes ó gobernadores de semana: junta ya la Asamblea popular, volvia el Epistates, esto es , el pri. mero de los Prohedros ó presidentes, á proponer el asunto sobre el cual,despues de haber discurrido los oradores que lo pedian, anunciaba el Epistates alpueblo que se iba á votar. La fuerza de este acto es la que expresa en este pasaje el verbo del original