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aseguras haber sido rey de esos valientes? Pregúntoto ahora : ¿quisieras tú solo apostártelas aquímano a mano contra diez hombres juntos? Y en verdad que si la disci plina civil y el buen órden entre vosotros es en todo como me lo pintas, pide honor y decoro de la corona, que tú ; rey de esos héroes,puedas habértelas con doblado número de enemigos. De suerte que si cada uno de ellos es capaz de hacer frente á diez hombres de los mios , debo á ti solo suponerte bastante para resistir á veinte , pues así y no de otro modo puedes salvar la verdad de tu respuesta. Pero si esos hombres son tales en el valor y en el talle do su cuerpo cual eres tú y cuales son los Griegos que vienen á mi presencia , mira no scan esos elogios que les das una mera baladronada y vana exageracion . Porque , por Dios, & qué camino lleva que1.000hombres, ó sean10.000, sean50.000, iguales todos ellos é igualmente libres, y no sujetos al imperio de un soberano, puedan hacer frente á un ejército tan grande como elmio , especialmente siendo nosotros más de1.000por uno de ellos, si es que subie ren á50.000? Bien pudiera ser que sujetos a las órdenes de un soberano , como entre nosotros se usa, por miedo de él sacasen esſuerzo de necesidad, y obligados con el látigo, embisliesen pocos contra muchos más; pero sueltos como están y dejada su eleccion á su arbitrio , no es posi ble que hagan uno ni otro : ántes bien soy de sentir, que cuando fuese igual el número de entrambos, no se atreve rian los Griegos á entrar con los Persas solos en batalla . Lo que dices de tanta bravura y valentía se hallará en tre los nuestros, no á cada paso ciertamente , sino en tal cual soldado, pues alguno habrá de mis alabarderos per sas, que se atreverá á desafiar á tres de los Griegos á un tiempo mismo. Tú empero no lo sabes ni lo conoces; por eso exageras y encomias á tu salvo.»

CIV. A este discurso respondió Demarato: — « Bien veia , señor, desde el principio que hablando verdad iba á per