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del Cuzco, y á los postres concertó á los dos pretensores. Según ese concierto, Valdivia partiría en el acto para su conquista, mientras Pero Sancho iría á Lima por naves, bastimentos, caballos y corazas para alcanzar a su aliado en el camino.

Sancho la Hoz no logró reunir los recursos que se comprometió aportar. En su exasperación, apeló á un medio reprobado. Acompañado de cuatro almagristas, enemigos de Valdivia, llegó al real de éste, á la entrada del despoblado de Atacama, con ánimo de sorprender á Valdivia y proclamarse en su lugar con la ayuda de las reales provisiones que llevaba.

Falló el intento, porque Valdivia no estaba en el real cuando los conspiradores llegaron; mas cuando vino y se enteró del plan abortado, hizo prender á Pero Sancho y sus cómplices. Perdonóles la vida a condición que Sancho hiciera dejacíón de todos los derechos que pudieran pertenecerle por las capitulaciones reales. Arbitro del campo, Valdivia se armó de todas armas, y estando todos sus soldados puestos en escuadra, mandó venir un escribano y le dijo en alta Voz: "Escribano, estad atento a lo que dijera é hiciera y dadme por fe y testimonio en manera que haga fe a mí: Pedro de Valdivia, capitán general que soy de este ejército,