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CAYO JULIO CÉSAR.

camiento de la luz y fuerza del sol. Porque en todo aquel año su disco salió pálido y privado de rayos, enviando un calor lenue y poco activo: así el aire era oscuro y pesado, por la debilidad del calor que lo enrarece, y los frutos se quedaron imperfectos é inmaturos por la frialdad del ambiente. Mas lo que principalmente demostró no baber sido grata á los Dioses la muerte dada á César, fué la vision que persiguió á Bruto; y fué en esta manera. Estando para pasar su ejército desde Abido al otro continente, descansaba por la noche en su tienda como lo tenía de costumbre, no durmiendo, sino meditando sobre las disposiciones que debia tomar: pues se dice que entre todos los generales Bruto fué el ménos soñoliento, y el que por su constitucion podia aguantar más tiempo en vela, Pareció, pues, haberse sentido algun ruido bácia la puerta, y mirando á la luz del farol, que ya ardia poco, se le ofreció la vision espantosa de un hombre de desmedida estatura y terrible gesto. Pasmóse al pronto; pero viendo despues que nada hacía ni decia, sino que estaba parado junto á su lecho, le preguntó quién era; y la fantasma le respondió: «Soy, oh Bruto, hi mal Genio: ya me verás en Filipos.» Alentado entónces Brulo, ste veré,» le dijo; y el Genio desapareció al punto. Al prefinido tiempo, puesto en Filipos al frente de su ejército contra Antonio y Octavio César, vencedor en la primera batalla, destrozó y puso en dispersion á las tropas que se le opusieron, saqueando el campamento de César. Habiendo de dar segunda batalla, se le presentó otra vez la fantasma en aquella noche sin que le hablase palabra; pero entendiendo Bruto su bado, se abalanzó desesperadamente al peligro. No murió con todo peleando, sino que despues de la derrota, retirándose á la eminencia de una roca se arrojó de pochos sobre su espada desnuda, y dando uno de sus amigos fuerza, segun dicen, al golpe, de este modo perdió la vida.