rar este efrculo de la dominacion romana con el Océano, que por todas partes la circunscribe. En medio de estos proyectos de guerra intentaba cortar el istmo de Corinto; y además de esto tomar debajo de la ciudad el Aniene y el Tiber, y llevarlos por un canal profundo, que doblase un poco hácia Circeyos, al mar de Terracina, proporcionando de este modo corto y seguro viaje á los que hacian el comercio con Roma. Entraba tambien en sus planes: primero, dar salida á las lagunas Pontinas y Secianas, dejando tierras cultivables para muchos millares de hombres; segundo, correr diques con estacadas sobre el mar próximo á Roma, y limpiando los bancos y escollos de la ribera de Ostia, hacer puertos y dársenas proporcionados para tan activa navegacion.
La disposicion del calendario y la rectificacion de la desigualdad causada por el tiempo, examinadas y llevadas á cabo por él á la luz de una exacta filosofia, hicieron su uso muy recomendable; pues que los Romanos desde tiempos antiguos, no sólo traian perturbados los períodos de los meses en cada un año, de manera que las fiestas y los sacrificios, alteradas las épocas poco a poco, venian ya á caer en las estaciones opuestas; sino que para el mismo año solar los más no tenian cuenta alguna; y los sacerdotes, que eran los únicos que la entendian, de repente, y sin que nadie tuviera de ello conocimiento, entremetian el mes embolismico, al que llamaban Mercedonio, introducido primero por el rey Numa para ser un pequeño y no cierto remedio del error padecido en la ordenacion de los tiempos, segun que en la vida de aquel rey lo dejamos escrito.
Mas César, habiendo propuesto este problema á los mejores filósofos y matemáticos, por los métodos que ya entónces estaban admitidos, halió una correccion propia y más exacta; en virtud de la cual los Romanos parece que son los que ménos yerran acerca de esta anomalía del tiempo; y, sin embargo, aun esto dió ocasion de queja á los que