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EPÍST. DE S. PABLO A LOS ROMANOS.

3 Porque no conociendo la justicia que viene de Dios, y esforzándose á establecer la suya propia [1], no se han sujetado á Dios para recibir de él esta justicia.

4 Siendo así que el fin de la Ley es Christo [2], para justificar á todos los que creen en él.

5 Porque Moysés dejó escrito [3], que el hombre que cumpliere la justicia ordenada por la Ley ó sus mandamientos, hallará en ella la vida.

6 Pero de la justicia que procede de la fé, dice así [4]: No digas en tu corazon: ¿Quién podrá subir al cielo? esto es, para hacer que Jesu-Christo descienda:

7 ¿ó quién ha de bajar al abismo? esto es, para sacar á vida de entre los muertos á Christo [5].


    cia y confianza en si mismo; 3.º un secreto amor de independencia y de gloria en el bien que se quiere hacer. Las fuentes del zelo verdadero son: 1.ª estudiar bien á Jesu-Christo y á su religion en las santas Escrituras, y mirar siempre al fin de sus preceptos y consejos, que es decir, su espíritu interior, no precisamente su letra material, dirigiéndose, no por el espíritu privado, sino por la autoridad de la Iglesia; 2.ª no buscar otras sendas para ir al cielo, ni otras reglas para la vida espiritual que las de la fé, ó conformes á ella.

  1. Esto es, á justificarse con sus obras y fuerzas naturales.
  2. Al cual se ordenaban todos los sacrificios y figuras del Antiguo Testamento.
  3. Levit. XVIII. v.5.—Ezech. XX. v.11.
  4. Deut. XXX. v. 12
  5. Porque no se te pide que hagas cosas tan difíciles para alcanzar la justificacion; ni la has de buscar léjos de tí.