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SAN MÁRCOS.

19 Por eso Herodías le armaba asechanzas, y deseaba quitarle la vida; pero no podia conseguirlo,

20 porque Heródes, sabiendo que Juan era un varon justo y santo, le temia y miraba con respeto, y hacia muchas cosas por su consejo, y le oia con gusto.

21 Mas en fin llegó un dia favorable al designio de Herodías, en que, por la fiesta del nacimiento de Heródes, convido este á cenar á los Grandes de su corte, y a los primeros capitanes de sus tropas, y á la gente principal de Galilea:

22 entró la hija de Herodías, bailó, y agradó tanto á Heródes y á los convidados, que dijo el rey á la muchacha: Pídeme cuanto quisieres, que te lo daré;

23 y le añadió con juramento: Sí; te daré todo lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino [1].

24 Y habiendo ella salido, dijo á su madre: ¿Qué pediré? Respondióle: La cabeza de Juan Bautista.

25 Y volviendo al instante á toda prisa á donde estaba el rey, le hizo esta demanda: Quiero que me des luego en una fuente la cabeza de Juan Bautista.

26 El rey se puso triste; mas en atencion al impío juramento, y á los que estaban con él á la mesa, no quiso disgustarla;

27 sino que, enviando á un alabardero, mandó traer la cabeza de Juan en una fuente. El alabardero pues le cortó la cabeza en la cárcel,


  1. Expresion hiperbólica que denota un vivísimo deseo de complacer á una persona.