Página:La Ilíada de Homero, Tomo I (Ignacio García Malo).pdf/66

Esta página ha sido corregida
(L)

ha sido igualmente justificado en las mismas notas sobre la Poëtica[1], en donde Mr. Dacier demuestra que la mentira que este sueño engañoso dice á Agamenón, no viene de Júpiter, sino del sueño. Ahora bien, no es extraordinario vér un sueño mentiroso, y Júpiter que tolera que Agamenón sea engañado, no tiene parte alguna en este engáño, pues lo permite sin ser el autor de él. La Escritura Santa nos presenta[2] un exemplo del todo semejante en la historia de Achab, Rey de Israél, quando Dios quiso que pereciese porque Dios envia á este Rey el es píritu de mentira para seducirle, asi como Júpiter envia aqui á Agamenón este sueño para engañarle[3].


  1. Vol. II. pág. $6. cap. XXVI. pág. 452.
  2. 2. Paralipom. XVIII. 19. 20. 21.
  3. Sobre este punto ha sido Homero sangrientamente reprehendido y criticado. Yo no estoy muy acorde con Madama Dacier en el paralelo que hace de este pasage con el exemplo de la Sagrada Escritura. Mr. Terrasson no solo lo reprueba (Disert. Crit. tom. 2. P. 3. sec. 2. cap. 2. artic. 1. pag. 21. y siguientes), sino que manifiesta ser un escandalo abusar de los exemplos sagrados, para defender los absurdos de los
Au-