„Donde deben morar los Inmortales.
„Yo estoy muy angustiada por la herida
„Que aquel mortal Diomédes me ha causado,
„El qual aún contra Jove pugnaría,
„Y á batalla campal le retaría.”
Dixo de esta manera, y el Dios Marte
Le dió luego su carro y sus Caballos.
Sube la Diosa en él muy afligida,
Iris sube tambien, toma las riendas,
Con el látigo agita los Caballos,
Y ellos volando van con mucho gusto.
Llegan muy brevemente al alto Olympo,
En donde está el asiento de los Dioses;
Y la Diosa mas pronta que los vientos,
Quita luego del carro los Caballos,
Y su pasto inmortal les da al instante.
Venus se postra entonces á las plantas
De Dione su madre, y esta Diosa
La extrecha entre sus brazos, la acaricia
Y le habla de esta suerte: „Hija querida,
„¿Qué Dios de los que habitan el Olympo
„Tan temerariamente te ha tratado,
„Y en qué culpa ó delito te ha sorpreso
„Que merezca el rigor de castigarte,
„Y con tanta indolencia asi tratarte?”
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