ñol, aquel caracter que le ha distinguido entre los demas de Europa.
Pero en Inglaterra se ignoraba el mérito respectivo de los italianos y españoles, y por lo que hace al teatro francés, ¿qué podria adelantar ninguno con la lectura de sus dramas groseros é insipidos? Chocquet, Greban, Jodelle, Garnier, Chretien y otros de esta clase, ¿qué podian enseñar á Shakespeare, aun quando hubiera querido estudiarlos?
Así fué, que careciendo de principios y exemplos, sin otra lectura que la de la Historia nacional, algunas traducciones de autores latinos y algunas novelas; sin mas objeto que el de dar á su Compañía piezas nuevas, sin otro maestro, ni otros auxilios que los de su extraordinario talento, comenzó á escribir, y apenas se vieron sus obras en el teatro, quando, á pesar de los muchos defec-