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II. PARTE.

CANCIONES.

Introducción á las canciones

Versificación.

Los indígenas distinguen de ordinario facilmente el texto de una canción araucana que se les lee, de otro no poético. Preguntados en que se nota esta diferencia, dan á entender que en el argumento y en la forma de la dicción, sin más explicaciones.

A quien no sea araucano y haya oido ó leido ya muchas canciones, no le es difícil conocer lo que es argumento ó lenguaje poétitico entre los araucanos: pero para otros esto no es fácil, pues no se manifiesta ley alguna de versificación: no hay simetría en el número de las sílabas de que se componen los versos, ni un ritmo bien pronunciado é uniforme.

Lo que es verso en la poesía indígena sólo se conoce en el canto, por la inflección de la melodía, y entonces se nota también que el texto dictado muchas veces no equivale al cantado, figurando en el último no pocas repeticiones, a veces algo cambiadas, y partículas é interjecciones que faltan en el primero. Algunos de los indígenas, al dictar sus canciones, tenían bastante tino para dar á conocer los versos, de lo cual nos convencimos cuando les hicimos cantar las mismas canciones: pero en general no garantizamos que las palabras que hemos reunido en un verso, compongan siempre el verso ideado por el poeta. Hay, pues, que recurrir al canto para saber con alguna certeza cuantas palabras tiene cada verso.

Lo mismo debe decirse del ritmo. Este, sin duda, se funda en el compás de la canción. Con las partes acentuadas del respectivo compás han de concurrir siempre las sílabas acentuadas ó graves del texto, pudiendo su duración comprender una ó más partes del compas.