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Estudios literarios.

ran su metafisica, su física y su teología, todas tres muy malas, cada cual por su estilo, y que los anotadores y comentaristas cegaban por descubrir el sentido alegórico de muchas cosas, en las cuales y en su sentido alegórico jamás habia pensado el autor; pero que entre tanto nadie imitaba, ni admiraba la fuerza incomparable de su estilo, ni el poder de su imaginacion. Arimanes habia prevalecido. La Divina Comedia era para aquellos tiempos tan incomprensible como la catedral de San Pablo para Omai, el tahitiano, que despues de haberla considerado un momento con aire indiferente, se entró en una tienda para ver y admirar cuentas de vidrio. Así tambien la Italia se dejó deslumbrar por la quincalla literaria durante cuatro siglos.

Desde la época del Petrarca hasta los tiempos de Alfieri, casi en cada página de la literatura italiana puede hallarse la huella de la influencia que ejercieron sus célebres sonetos, los cuales por la naturaleza misma de sus bellezas y defectos eran impropios al fin de servir de modelos. Casi todos los poetas de aquel periodo, cualesquiera que sean las diferencias que los separen por la calidad y fuerza de sus talentos respectivos, se hacen notables por la exageracion y otra circunstancia, que es la consecuencia necesaria de ella, á saber: la frialdad y la tendencia que demuestran á los adornos frivolos y de mal gusto, y, sobre todo, por su estilo extremadamente débil y difuso. El Tasso, Marino, Guarini, Metastasio y una multitud de autores de ménos importancia y reputacion, pasaban la vida encadenados en los mágicos jardines de una Alcina fingida y disfrazada, que ocultaba su flaqueza y deformidad bajo las engañosas apariencias de la hermosure y de la salud. El mismo Ariosto, Ariosto el