Página:Estudios literarios por Lord Macaulay - Biblioteca Clásica XI (1879).pdf/269

Esta página no ha sido corregida
225
Dramáticos ingleses.

que él, no vaciló Wycherley en sacrificar las conveniencias dramáticas á la vivacidad del diálogo, hablando por boca de todos sus imbéciles y de todos sus fatuos, que se pintan á si propios con un buen sentido y una sagacidad tales, que los ponen al nivel de los héroes y de las personas de talento. Pondremos dos ejemplos de esta verdad, los primeros que nos ocurren, tomándolos de La Provinciana. En ese círculo hay locos que se aburren con el trato de sus antiguos amigos y que andan siempre buscando nuevas relaciones. Pero si este carácter se presta bien á la comedia, nada es más absurdo que presentar en la escena un hombre de tal estofa y que diga: «Nada puedo negarte, pues aun cuando le conozco de antiguo, que me maera en seguida si no te quiero tanto como si te conociera de ayer.» Cierto es tambien que los galanes de Londres han sido siempre una clase de hombres muy singular; pero casi estamos ciertos de que ninguno de ellos ha dicho jamás á una dama á quien haga la corte palabras como las siguientes ni parecidas: «Nosotros, los hombres de mundo, nos burlamos al propio tiempo que decimos flores; pero lo hacemos por demostrar ingenio solamente, pues si no sentimos el amor, tampoco somos malos.»

Se ha dicho que Wicherley producia sus obras de una manera lenta y laboriosa. Rochester lo apellido pesado, epiteto que se le aplicó más de una vez, en nuestro concepto con razon, porque, ó nos equivocamos mucho, ó su imaginacion era lenta y débil para producir, y solo á fuerza de constancia y de cuidado y de esfuerzos daba frutos, que, despues de todo, no eran de primera calidad. Wycherley, como Terencio, carece de títulos para ser calificado de autor original, y no exageramos nada con

15