leve, no como error que pudiera excusar la pasion, sino como la manera de ser propia, como el oficio del caballero, como una cualidad ó atributo sin el cual el tipo queda manco. Porque, hacer la corte á la mujer de su progimo y robarle su afecto es detalle tan precioso é indispensable de su buena educacion y del lugar que ocupa en la sociedad, como ceñir espada y saber frances. La pasion no entra por nada en estas empresas amorosas, sino el capricho, y el héroe tiene intrigas de alcoba como tiene pelucas, porque sin ese apéndice haria tristisima figura, y antes pareceria un mercader de la City ó un austero puritano, que no un personaje. En cuanto a las cualidades, todas aquellas que pueden seducir las reune el galanteador; que los defectos pertenecen al marido por derecho propio. Véase, por ejemplo, á Dryden, y compárense Woodall con Brainsick, ó Lorenzo con Gomez; véase á Wycherley, y compárese Horner con Pinchwife; véase á Vanbrugh, y compárese Constant con sir Jhon Brute; véase á Farquhar, y compárese Archer con Squire Sullen; véase á Congreve, y compárense Bellmour con Fondlewife, Careless con sir Paul Plyant, y Scandal con Foresight; y en todas estas obras y muchas otras que pudiéramos citar, el autor hace los mayores esfuerzos para presentarnos como arquetipo de inteligencia, de distincion, de cultura, de amabilidad y de cuanto es más seductor á quien comete el delito, y para cubrir de lodo y arrastrar por el fango, sin perjuicio de disfrazarlo ántes ridiculamente, al marido, víctima de sus ardides y de su perversidad.
Mr. Charles Lamb[1] ha intentado defender este
- ↑ Escritor humorístico (n. 1775 m. 1834). amigo de