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Maquiavelo.

impresion en el ánimo. Los libros que carecen de valor no causan daño alguno á las letras, y el signo más evidente de la decadencia de un arte es la reproduccion, no tanto de ciertas faltas de mal gusto, como de ciertas bellezas fuera de lugar; así puede afirmarse en tésis general que la elocuencia corrompe la tragedia, del propio modo que el ingenio corrompe la comedia.

El fin verdadero del drama es poner de relieve los caracteres de la naturaleza humana. No es esta una ley arbitraria á nuestros ojos, que deba su origen à un concurso de circunstancias locales 6 temporales, como las que fijan el número de actos que debe tener una obra ó el de sílabas que debe tener un verso determinado, sino que toda regla se halla subordinada á esta ley fundamental. Por eso las situaciones que permiten mejor el desarrollo de los caracteres, dan por resultado los mejores dramas, y la lengua natural de las pasiones el mejor estilo. Bien comprendido este principio, no veda al poeta ningun génoro de composicion, porque no hay estilo en el cual, dadas ciertas circunstancias, no pueda expresarse el hombre; que no hay estilo que reebace el drama, ni estilo que en determinada ocasion no exija, y todo consiste en que el autor sepa aplicarlo en tiempo y lugar debidos, poniendo las palabras en koca del personaje que ha de hablar, no de otro; discernimiento que no tienen los artistas de un órden secundario.

La rapsodia fantástica de Mercutio y la declamacion trabajada de Antonio son naturales, agradables y producen efecto allí donde Shakspeare las ha colocado; pero Dryden hubiera puesto en boca de Mercutio, cuando desafia á Tybalt, hipérboles tan fantásticas como las que emplea para describir el