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ENEIDA.
CXVII.

»¿Qué digo? ¿Dónde estoy? ¿Qué desvarío
Trastorna mi razon? ¡Dido infelice!
Ya el peso sientes de tu sino impío!
Cuando partija de mi cetro hice,
Convino este furor; ya, ya es tardío!
¡Traidor! ¡Y luégo de él que va se dice
Con los patrios Penates; que de escombros
Salvo al anciano padre sacó en hombros!

CXVIII.

»¡Ah! ¡sus cuerpos hacer trozos sin cuento
Pude, y de ellos sembrar la onda bravía!
Matar al hijo, y el manjar sangriento
Pude al padre servir; ¿quién lo impedia?
Peligro, ¿cuál? ¡Morir era mi intento!
¡Yo á sus tiendas llevara llama impía;
Yo al padre, al hijo, á todos, muerte fiera!
¡Yo los matara allí; luégo, muriera!

CXIX.

»¡Sol, cuya luz los ámbitos visita,
Tú que todo descubres, nada ignoras!
Juno, que viste mi amorosa cuita
Nacer, y hoy mides mis finales horas!
¡Hécate, á quien en calle tripartita
Claman de noche! ¡Furias vengadoras!
¡Oh Dioses, cuantos veis mi afan postrero!
¡Yo imploro compasion, justicia espero!