Al Rútulo Sucron, al paso hallado
(Fué esta pugna, aunque breve, la primera
Que en sitio á combatir determinado
Paró á los Teucros en su audaz carrera),
La espada Enéas envasóle á un lado,
Yallí por do la muerte es más ligera,
Bien las costillas y del pecho pudo
Pasar las tramas el acero crudo.
En tanto á dos hermanos guerreadores,
Ambos á pié (pues uno del trotero
Cayera), inmola Turno á sus furores:
A Amico, que venía hácia él primero,
Con larga lanza recibió; Diores
Espiró en pos al filo de su acero.
Al carro ambos segados vultos cuelga,
Yen llevarlos manando sangre, huelga.
De un golpe Enéas á la Muerte envía
A Tánais y á Talon y al gran Cetego,
Yá Onite, el de habitual melancolía,
Hirió despues, en su ira siempre ciego;
Hijo era de Equion y Peridía.
Turno otros dos hermanos postra luégo,
Que de Licia vinieron, noble tierra,
Yde apolíneos campos á la guerra.