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José Ingenieros

cias; si es "firmeza y luz", como dijo el poeta, la firmeza está en los sólidos cimientos de su cultura y la luz en su elevación moral.

Los elementos intelectuales no bastan para determinar su orientación; la febledad del carácter depende tanto de la consistencia moral como de aquéllos, o más. Sin algún ingenio es imposible ascender por los senderos de la virtud; sin alguna virtud son inaccesibles los del ingenio. En la acción van de consuno. La fuerza de las creencias está en no ser puramente racionales; pensamos con el corazón y con la cabeza. Ellas no implican un conocimiento exacto de la realidad; son simples juicios a su respecto, susceptibles de ser corregidos o reemplazados. Son instrumentos actuales; cada creencia es una opinión contingente y provisoria. Todo juicio implica una afirmación; el juicio negativo es una creencia, lo mismo que el afirmativo. Toda negación es, en sí misma, afirmativa; negar es afirmar una negación. La actitud es idéntica: se cree lo que se afirma o se niega. Lo contrario de la afirmación no es la negación, es la duda.

Para afirmar o negar es indispensable creer. Ser alguien es creer intensamente; pensar es creer; amar es creer; odiar es creer; luchar es creer; vivir es creer.

Las creencias son los móviles de toda actividad humana. No necesitan ser verdades: creemos con anterioridad a todo razonamiento y cada nueva noción es adquirida a través de creencias ya preformadas. La duda debiera ser más común, escaseando los criterios de certidumbre lógica; la primera actitud, sin embargo, es una adhesión a lo que se presenta a nuestra experiencia. La manera primitiva de pensar las cosas consiste en creerlas tales como las las sentimos; los niños, los salvajes, los ignorantes y los espíritus débiles son accesibles a todos los errores, juguetes frívolos de las personas, las cosas y las circunstancias. Cualquiera desvía a los bajeles sin gobierno. Esas creencias son como los clavos que se meten de un solo golpe; las convicciones firmes entran como los tornillos, poco a poco, a fuerza de observación y de estudio. Cuesta más trabajo adquirirlas; pero mientras los clavos ceden al primer 1