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El hombre mediocre

ahondaría surcos dignos de imitarse. La mediocridad está en no dar escándalo ni servir de ejemplo.

El hombre honesto puede practicar acciones cuya indignidad sospecha, toda vez que a ello se sienta constreñido por la fuerza de los prejuicios, que son obstáculos con que los hábitos adquiridos estorban a las variaciones nuevas.

Los actos que ya son malos en el juicio original de los virtuosos, pueden seguir siendo buenos ante la opinión colectiva. El hombre superior practica la virtud tal como la juzga, eludiendo los prejuicios que acoyundan a la masa honesta; el mediocre sigue llamando bien a lo que ya ha dejado de serlo, por incapacidad de entrever el bien del porvenir. Sentir con el corazón de los demás equivale a pensar con cabeza ajena.

La virtud suele ser un gesto audaz, como todo lo original; la honestidad es un uniforme que se endosa resignadamente. El mediocre teme a la opinión pública con la misma obsecuencia con que el zascandil teme infierno; nunca tiene la osadía de ponerse en contra de ella, y menos cuando la apariencia del vicio es un peligro ínsito en toda virtud no comprendida. Renuncia a ella por los sacrificios que implica.

Olvida que no hay perfección sin esfuerzo: sólo pueden mirar sol de frente los que osan clavar su pupila sin temer la ceguera. Los corazones menguados no cosechan rosas en su huerto, por temor a las espinas; los virtuosossaben que es necesario exponerse a ellas para escoger las flores mejor perfumadas.

El honesto es enemigo del santo, como el rutinario lo es del genio; a éste le llama "loco" y al otro lo juzga "amoral".

Y se explica: los mide con su propia medida, en que ellos no caben. En su diccionario, "cordura" y "moral" son los nombres que él reserva a sus propias cualidades. Para su moral de sombras, el hipócrita es honesto; el virtuoso y el santo, que la exceden, parécenle "amorales", y con esta calificación les endosa veladamente cierta inmoralidad! Hombres de pacotilla, diríanse hechos con retazos de catecismo y con sobras de vergüenza: el primer oferente los puede comprar a bajo precio. A menudo mantiénense honestos por