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El Japón

—No es eso precisamente. No se necesita mucha gente para hacer la ceremonia; bastan tres y este es el mejor número; lo esencial es la tranquilidad y el recogimiento.

—¿Se trata entonces de algún rito religioso?

—Así se cree algunas veces; pero es un error. No hay nada de religioso en esta práctica; sin embargo, un bonzo budhista llamado Shuko, de acuerdo con el shogoun Yoshi-Massa, fijó las reglas en el siglo XV.

—¿Entonces no es muy antigua?

—Ya á principios del siglo IX, se hacía la ceremonia del te. Pero la primera bebida se sirvió tan sólo á la Corte. El te no se ha aclimatado y vulgarizado decididamente en el Japón sino hasta más tarde. Nos lo trajeron de China, donde es objeto de una especie de veneración; algo análogo, quizás, á la que en otro tiempo inspiraba á ustedes "el zumo de la uva."

"Existe en China un rito del te que data del siglo VIII. Los poetas cantan la bebida bienhechora en todos los metros y en todos los tonos. Dicen que es preciso beber siete tazas: "La primera no hace más que perfumar la boca y rociar la garganta; la segunda consuela las tristezas de la soledad y de la melancolía; á la tercera, el espíritu vibra, el corazón se anima y se siente uno capaz de grandes esfuerzos; la cuarta hace subir á la piel un vapor que se esfuma llevándose todas las melancolías; la quinta purifica los huesos y la carne; la sexta hace que el bebedor se parezca á los genios inmortales y, al beber la séptima,

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