en despojarla de sus adornos para poder apreciar mejor su órden. En cierto modo es el esqueleto de toda composicion literária. El análisis, como la diseccion, nos guia para penetrar en el secreto de una composicion, reconocer sus resortes y adivinar las combinaciones que el autor ha hecho para producir el conjunto que pone á nuestra vista, con el cual consigue enternecer, interesar, excitar la risa ó el terror, sostener, renovar ó aumentar la curiosidad; nos hace descubrir por que oportuna alianza de diferentes sentimientos ha sabido modificarlos, amortiguar los unos con los otros, ó darles mas fuerza y energía.
Solo el análisis puede enseñarnos á juzgar con acierto de las obras de los hombres esclarecidos. Tan indispensable es el análisis á los que quieren instruirse, como á los que quieren juzgar sanamente de las cosas. El análisis se aplica al estilo y á los pensamientos de un autor, como á la composicion principal. Reduciendo un pensamiento á su mas simple expresion despojándole de las palabras que le adornan, por medio del análisis, puede probarse, á veces, que es falso. Analizando el estilo de un escritor se le encuentra difuso ó seco. El análisis reduce el estilo pomposo de un drama á una cosa insignificante; es un rayo de sol que disipa los vapores que produce la noche.
7 El análisis puede tambien aplicarse á las cosas no escritas.
Por medio de ella, las promesas de los hombres falsos, los ju ramentos de amor, los elogios y los cumplimientos sociales se reducen á la nada. Los ambiciosos, los aduladores y los imbéciles no se dejan seducir por las vanas ofertas, sino por falta de analizarlas.
El análisis convierte muchas veces un obsequio en epígrama, un elogio en sátira, una palabra, al parecer, cariñosa en perfidia.
Se llama análisis en términos de prensa y periódicos al juicio crítico de una obra ó de un artículo literario. A veces no suele
