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BAI

diestro; porque si bien es verdad que el conocimiento del baile aumenta los atractivos de una persona bien formada y ágil, lo es tambien que no sirve mas que para hacer resaltar los defectos físicos de las personas mal formadas y muy gruesas, á quienes es impropio todo movimiento gracioso, vivo y ligero que es la piedra de toque de todo el que tiene gusto para bailar.

Así que el maestro haya conocido las cualidades de su discípulo, le enseñará las cinco posiciones; despues á levantarse sobre las puntas de los pies; le enseñará tambien en seguida á dar algunos giros sobre los talones y sobre las puntas. Al principio ejecutará el discípulo todos estos movimientos, teniéndole el maestro de la mano, con el fin de acostumbrarse á guardar el equilibrio, despues de lo cual pasará á hacer los mismos ejercicios por sí solo y sin sosten alguno.

El maestro debe procurar que el discípulo coloque el cuerpo y los brazos en una posicion bien recta para que todas las actitudes sean agradables.

Debe tener el maestro un cuidado particular de enseñar á presentarse y saludar con la mayor sencillez posible. El saludo se hace generalmente en la tercera posicion; pero los pies deben estar siempre muy vueltos hacia afuera, de modo que formen casi una línea recta. Las señoras se inclinan despues que el pie ha tomado la primera posicion, con el fin de detenerse en cuarta, cuando las rodillas se doblan y la cabeza se inclina con el cuerpo para terminar graciosamente el saludo.

Despues que haya enseñado el modo de dar las manos para bailar, las posiciones y las posturas de las parejas que hay en una cuadrilla, explicará al discípulo los pasos, el compás, los rigodones, el wals, y todos los demas bailes que esten admitidos en buena sociedad.

Es chocante en un baile ejecutar pasos afectados pues no estan admitidos mas que en el teatro, y el que los ejecuta se TOM. I.

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