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Cuentos Clásicos del Norte

Pronto hubo referido Rip su historia, pues que los veinte años transcurridos se reducían para él a una sola noche. Los vecinos le miraban con asombro al escucharla; algunos se guiñaban entre si poniendo la lengua en sus mejillas; mientras el pomposo caballero del sombrero de tres picos— que regreso al campo de acción tan pronto como la alarma hubo pasado— sacudía la cabeza recogiendo las extremidades de su boca; sacudimiento dubitativo que se hizo entonces general en la asamblea.

Decidióse, sin embargo, consultar al viejo Péter Vánderdonk a quien se veía avanzar por la carretera. Era descendiente del historiador del mismo nombre[1] que escribió una de las primeras crónicas de la provincia. Péter era el más antiguo de los habitantes de la aldea y muy versado en todos los acontecimientos maravillosos y tradiciones del vecindario. Reconoció a Rip Van Winkle inmediatamente y corroboró su relato de la manera más satisfactoria. Aseguró a la asamblea que era un hecho establecido por su antepasado el historiador que las montañas Káatskill habían estado pobladas siempre de seres extraños. Afirmábase igualmente que el gran Héndrick Hudson, descubridor del río y de la comarca, celebraba allí una especie de velada cada veinte años con toda la tripulación de la Half-Moon; siéndole dado así el recorrer los lugares donde se realizaron sus hazañas y mantener ojo alerta sobre el río y la gran ciudad llamados por su nombre. Declaró que su padre


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  1. Adrián Vánderdonk.