Página:Cuentos - Joaquin V. Gonzalez.pdf/158

Esta página ha sido validada
151
CUENTOS

ñosos, tan ricos de sencillas y primitivas leyendas, conservadas en su memoria para ser referidas á los viajeros con esa estoica indiferencia del que está habituado á todas las escenas y espectáculos de la naturaleza.

Llegábamos al pie de una cuesta cuya cima parecía impracticable; á ambos lados levantánbanse dos muros de negro granito y marchábamos por debajo de una selva cuyos garfios, á cada momento, nos detenían de los ponchos ó nos enganchaban de las piernas. Las luciérnagas parecíanme en la obscuridad absoluta ojos de seres infernales, y los chirridos de los reptiles y el cric, cric, cric de los grillos acurrucados entre los resquicios de las rocas, venían á producir en conjunto una armonía extraña que aumentaba el frío, que ya por lo crudo de la estación y de la hora congelábame la sangre y erizábame la piel.

El peón tomó la delantera, y comprendiendo mi pregunta silenciosa de "¿có-