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Guerrilla montada del 9.° batallón de Voluntarios de Ponce.


CAPITULO XXIX
SERVICIOS ESPECIALES
SANIDAD. — INGENIEROS. — ADMINISTRACIÓN. — TELÉGRAFOS


anidad. El Gobierno español sostenía en Puerto Rico un Cuerpo

de Sanidad militar bastante numeroso y eficiente, siendo jefe del mismo el subinspector de primera D. José Batlle y Prats, quien tenía a sus órdenes dos subinspectores de segunda y el per- sonal suficiente de médicos, y además una sección de sanitarios (enfermeros). Este servicio tenía consignado en el presupuesto de la Isla la suma de 19.150 pesos para personal y 63.491,75 para material de hospital, raciones, etcé- tera, etc. En cada cabecera de distrito había un hospital, en edificio apropiado, y todos los batallones tenían sus médicos, practicantes y camilleros, provistos de botiquines de emergencia y regular número de camillas; no hubo hospitales ni ambulancias de campaña cuando las tropas realizaron operaciones en campo abierto, habiéndose, por tanto, circunscrito todo el servicio sanitario a las fuerzas acantonadas en las di- versas poblaciones de la Isla. Al declararse la guerra se establecieron hospitales y salas de emergencia en todas las municipalidades, sin una sola excepción, a cargo de la Cruz Roja, que adquirió con sus fondos, recaudados por suscripciones populares, todo el material necesario, la mayor parte del cual fué traído de Barcelona.