regreso, alegrándonos mucho al vernos de nuevo en nuestras caballerizas, así como Juan de vernos volver.
Antes de separarse de nosotros aquella noche, dijo Jaime á Juan :
-Sabe usted quién va á venir á ocupar mi plaza?
-El pequeño José Contreras, el hijo del jardinero.
- El pequeño José Contreras? ¡Si es casi un niño!
-Tiene catorce años y medio-dijo Juan.
-Sí; pero es sumamente pequeño de cuerpo.
-Es verdad; pero es listo, trabajador, y tiene buenos sentimientos; desea con ansia venir, y su padre tiene gusto en ello. El amo quiere que yo lo experimente durante seis semanas, y dice que si creo que no sirve para el caso, buscaremos otro muchacho mayor.
Seis semanas !-dijo Jaime, - ni en seis meses estará en disposición de ser útil. Mucho se va á aumentar el trabajo de usted, Juan.
-¿Y qué le hemos de hacer?-dijo aquél, sonriendo; el trabajo y yo somos amigos.
-Usted es un hombre muy bueno, Juan.
-No me gusta hablar de mí mismo-repuso aquél, pero como vas á separarte de nosotros Vol. 377 Azabache.-7