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de Sherlock Holmes

momento, con toda claridad, que la ventana del dormitorio de usted está á la derecha; y pregunto si el señor Lestrade había notado siquiera una cosa tan visible como esa.

Cómo es posible!...

—Mi querido amigo, yo lo conozco á usted bien, conozco la militar pulcritud que lo caracteriza. Usted se afeita todas las mañanas, y en cesta estación se afeita usted con la luz del sol; pero como está usted menos y menos bien afeitado á medida que la barba avanza hacia atrás por la izquierda hasta no estarlo más que á trechos en el ángulo de la mandíbula, es evidente de toda evidencia que, cuando se afeita usted, ese lado está menos alumbrado que el otro, porque no puedo imaginarme que un hombre de las costumbres de usted, teniendo luz igual en ambos lados de la cara, se contente con resultados tan desiguales. Y cito esto sólo como un ejemplo trivial de observación é inferencia:

en eso está la base de mi metier, y es posible que tales elementos nos sirvan en la investigación que tenemos ante nosotros. Hay uno ó dos puntos de menor volumen que fueron sacados á luz en el sumario, y que valen la pena de ser tenidos en cuenta.

SAM

germin —¿Cuáles son?

—Parece que el joven no fué arrestado en el momento, sino después de su vuelta á la granja Hatherley. Al anunciarle el inspector de la policía rural que debía darse preso, contestó él