Página:Anton Chejov - Historia de mi vida - Los campesinos.djvu/457

Esta página ha sido corregida

cho a la directora y a nuestras señoras. Seguía siempre reflexionando sobre los deberes y las responsabilidades que lleva consigo el matrimonio. Sin embargo, se paseaba todos los días con Varenka, acaso considerándolo un deber en su situación. Y todos los días venía a mi casa para hablar más y más de la importancia del paso que se disponía a dar. Probablemente hubiese acabado por decidirse y se hubiera declarado a Varenka, contrayendo uno de esos matrimonios estúpidos, insensatos, que son tan frecuentes, si no hubiera sobrevenido un escándalo colosal, como dicen los alemanes.

Conviene advertir que el hermano, Kovalenko, aborrecía a Belikov desde que le fué presentado. "No concibo— decíanos, encogiéndose de hombros—como pueden ustedes soportar a este espía, a este tipo repugnante. Es más: no comprendo cómo pueden ustedes vivir en esta madriguera, respirando esta atmósfera densa, maloliente. Este colegio no es una institución de instrucción pública; más bien parece un puesto de policía... No; yo no puedo continuar aquí. Tendré paciencia una temporada y luego me marcharé a mi Ucrania, donde pescaré con caña y les enseñaré a leer y a escribir a los hijos de los campesinos, dejándolos a ustedes aquí en compañía de Judas Belikov. ¡Dios mío, qué tipo!"

Algunas veces me preguntaba con tono de enojo: "¿Quiere usted decirme a qué viene a mi casa? ¿Qué se le ha perdido allí? Llega, se sienta y per-